El canto de los pájaros consigue sacarte de tu ensoñación, abres los ojos lentamente, te estiras, bostezas y finalmente te incorporas en la cama. Parpadeas un par de veces para aclararte la vista y te quedas impactada al ver dónde estás. No reconoces el lugar, por lo que rápidamente te entra el pánico. No te suena nada, ni la gran cama de matrimonio con las sábanas más suaves que has tocado en tu vida, ni el gran armario que se encuentra al fondo de la habitación ni tampoco el enorme ventanal que tienes justo delante de ti.
Te bajas de la cama y ves que estás vestida con ropa de calle, suspiras aliviada y vas directamente hacia la puerta, sales de la habitación y es entonces cuando reconoces la estancia. Estás en la casa de Akashi, al parecer habían aumentado el número de habitaciones para invitados. Entonces todos los recuerdos de día anterior te asaltan y sientes una mezcla entre alivio, dolor, decepción..son demasiadas emociones a la vez como para reconocerlas todas.
Bajas las escaleras que llevan al salón principal y a medida que te vas acercando a este cada vez se hace más notable el olor a comida, no sabrías decir qué es exactamente, pero huele de maravilla. Cuando llegas a la cocina, Akashi está de espaldas a ti, con una sartén en una mano y una espátula en la otra, al parecer está haciendo tortitas, y por su pose rígida comprendes que no está acostumbrado a hacerlas y que le están dando bastante dolor de cabeza. Miras la mesa que está repleta de fruta, tostadas, todo tipo de mermeladas, gofres...¿cuándo demonios se había levantado para hacer todo eso? Y es más, ¿sabía Akashi cocinar?
Te acercas a la mesa, coges una uva, te la metes en la boca y te acercas a Akashi.
-Buenos días Sei.
-Buenos días _____, ¿cómo has dormido?
-Muy bien la verdad, esas sábanas están hechas del tejido de los Dioses.
-Me alegra que hayas podido descansar.
-¿Y tú? ¿Qué tal has dormido? ¿O has dormido? Porque hay que ver el banquete que has montado, ¿puedo saber a qué se debe?
-Claro que he dormido, solo me he levantado...-Dice mientras mira el reloj que hay colgado en una de las paredes de la cocina.-...una hora antes que tú. Y con respecto a tu pregunta, Murasakibara dice que no hay nada mejor que una buena comida para reconfortar a alguien.
-Para Murasakibara los dulces son la respuesta a todos los males del mundo.
-Bueno, pero no sabremos si es verdad hasta que lo intentem...otra vez no...-Dice mientras da la vuelta a una tortita, esta se rompe por el centro, dejando un agujero por el cual cabe toda la espátula.
-Anda, déjame a mi, tú saca cubiertos o algo.
-Eres mi invitada ______, no voy a dejar que cocines.
-Sei, si lo hago yo acabaremos más rápido, por lo tanto podremos comer antes de que se enfríe todo.
El pelirrojo suspira y te entrega la espátula y se aparta de la sartén para dejarte sitio, pero en vez de colocar la mesa, se sube a la encimera.
Coges la sartén y la espátula comienzas a hacer las tortitas. En un momento determinado lo pillas distraído, mirando fijamente a un punto en la pared, entonces aprovechas, metes tu dedo en la masa para tortitas y después alargas la mano y le manchas la nariz a Akashi.
-¿Pero qué...?- El chico frunce el ceño y después te mira con una expresión muy seria.-¿A qué ha venido esto?
-Em...-Al parecer se ha enfadado.-Yo no...
Pero entonces se limpia la nariz con su dedo índice y después te mancha la mejilla con el resto de masa que se quedó en su dedo.
-Deberías haber visto tu cara _____.-Dice Akashi con una leve sonrisa en el rostro, casi imperceptible.
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KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.
FanfictionTu nuevo curso escolar en el instituto Kaijo no va a ser ni de lejos tan tranquilo como esperabas y aún menos cuando el playboy Kise Ryouta se dedica a romper los corazones de la mayoría de las chicas del instituto, ¿podrás salvarte tú del encanto d...