Capítulo 41

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Durante el resto del viaje Izaya y tú mantenéis una conversación ligera, intentando no tocar temas demasiado personales, aun así, él no deja de hacerte preguntas sobre tus gustos, tus preferencias, nada demasiado íntimo, pero te incomoda de todas formas, no estás acostumbrada a que te bombardeen con preguntas.

No puedes sacar a Kise de tu cabeza, tu sentido común te dice que deberías llamarlo, pero el miedo te puede, no quieres que otra persona vuelva a rechazarte. No quieres que Kise te mire como si le hubieras decepcionado, has visto ese tipo de mirada demasiadas veces y sientes que si él te dedica una de esas todo tu mundo colapsaría. Aunque siempre has sido de las que prefieren ver como estalla todo de golpe en vez de presenciar cómo se deterioran poco a poco, esta vez es diferente. Harías cualquier cosa por evitar que Kise se vaya de tu lado y si eso implica modificar la realidad, lo harás.

-¿Y qué tal está Yukiko-san _____?

-Mi madre está bien.

-¿Sigue felizmente casada con Kaito-san?

-Sí.

Le mientes, no sabes qué te impulsa a hacerlo, pero a pesar de la apariencia alegre de tu interlocutor hay algo en él que no acaba de convencerte, a lo mejor es su sonrisa...es siniestra...Aunque lo más seguro es que sean imaginaciones tuyas, también puede deberse a que aún le cuesta sonreír después de haberlo dejado con su novia, sí, seguramente sea eso, no tienes nada de lo que preocuparte, además, lo más seguro es que una vez que os bajéis del tren no vuelvas a verle.

-¿Y tú hermano qué tal anda?

-¿Cómo sabes eso? Yo no te he dicho que tenga un hermano.

-Digamos que siempre que Yukiko-san pasa por Ikebukuro viene a hacerme una visita, le encanta hablar de sus hijos.

-¿Mi madre sigue viniendo por aquí?

-¿Nunca te lo ha dicho? Viene una vez cada dos años más o menos.

Dudas entre acribillarle a preguntas o pretender que sabes lo de sus escapadas a Ikebukuro. Lo más seguro es que obtengas más información si utilizas la segunda estrategia.

-Ah, eso, lo siento, se me había olvidado. De pequeños siempre nos dejaba en casa de la vecina cuando venía de visita.

-Muchas veces la dije que os trajera con ella, pero insistía en que era mejor dejaros en casa...tenía muchas ganas de conocerte ____-chan, eres más guapa de lo que creía.

-G-gracias...¿y qué asuntos traían a mi madre a Ikebukuro?

-Si te soy sincero no tengo ni idea, supongo que echaba de menos la ciudad en la que se crio.-Dice el chico con una sonrisa.

Te está ocultando información y lo sabes, y él sabe que tú lo sabes. No piensas entrar en su juego lo más seguro es que solo esté intentando provocarte, primero esperarás a hablar con la persona con la que Makoto ha contactado.

Ves como Izaya saca su móvil y te mira sonriente. ¿Es que a este tío no se le cansan los músculos de la cara?

-¿Podrías darme tu número de teléfono? Si vas a estar unos días en Ikebukuro podríamos quedar y así te enseño la ciudad.

-¿Y por qué no ahora?

-Desgraciadamente tengo un trabajo pendiente, tengo que organizar un par de cosas y lo más seguro es que me lleve todo el día, pero mañana estoy libre.

-Está bien...

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KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora