La casa de Akashi es más grande de lo recordabas, seguramente haya hecho reformas para agrandarla durante los últimos años. Como era de esperar, la puerta de la mansión estaba a una distancia de media hora caminando desde la reja de la entrada.
El chófer os había dejado en la entrada ya que Akashi había insistido en que sería mejor que caminarais un poco para que el aire frío y el paso consigan calmarte un poco. Ninguno de los dos decís nada, Akashi está esperando a que seas tú la primera en hablar, no quiere presionarte para que hables de ello si tú no quieres, cosa que aprecias.
Cuando llegáis a la mansión os dirigís directamente al salón y os dejáis caer en el gran sofá de cuero que hay enfrente del televisor de plasma.
-¿Quieres ver una película?.-Pregunta Akashi.
-Sí...¿podrías poner...?
-¿500 días juntos?
-¿Como lo sabías?.-Sonríes levemente.
-Es tu película favorita, desde siempre, es una película que trata del amor, pero no es de amor.
-El final es lo que más me gusta.
-Lo sé.
Dicho esto Akashi rebusca entre los cajones que hay en el mueble de debajo del televisor, sabes que hay cientos de películas ahí guardadas, pero en menos de un minuto ya ha encontrado la que tú quieres ver.
-Que rapidez.
-La señora Tanaka ordenó por orden alfabético las películas hace un par de días.
-Lo que más me extraña es que aún la tengas.
-¿Por qué te extraña?
-Pensé que te habrías deshecho de ella después de que lo dejáramos.
-¿Tú tiraste alguno de los regalos que te hice?
-No.
-¿Entonces porqué debería hacerlo yo?
-No lo sé...
Akashi introduce la película en el DVD y después se dirige a salir de la habitación.
-¿A dónde vas?
-A la cocina, no se puede ver una película sin unas buenas palomitas.
-¿Y las vas a hacer tú?
-Hoy el servicio libra, se supone que no habría nadie en casa.
-Que peligro, seguro que quemas la cocina.
-Entonces, ¿quieres acompañarme para asegurarte de que eso no pasa?
Asientes y te levantas del sofá. Te hace bien actuar como si hace un a hora tu nov...ex-novio no te hubiera humillado delante de una de las chicas que más desprecias en este mundo. No hablarlo, no pensar mucho en ello hace que parezca menos real, como si mañana por la mañana Kise fuera a venir a tu casa para así poder ir juntos a clase.
La cocina es más grande que tu salón...unas dos veces más grande...así, a ojo. Tiene todo tipo de equipamiento moderno, desde hornos recién sacados al mercado hasta sartenes con sensor de calor que no paraban de anunciar en televisión.
Akashi saca una bolsa de palomitas de un armarito cercano y la pone en el microondas.
-Así que hasta la realeza come palomitas de marca blanca.
-En mi defensa diré que la señora Tanaka tiene problemas de vista y que las bolsas de palomitas se parecen mucho entre sí.
Sabes que lo está diciendo de broma, aunque su familia tenga más dinero del que jamás podrá gastar, Seijuro nunca se sintió superior por ello, puede que por otras cosas sí, según cuentan su carácter cambié bastante desde finales de la escuela media, pero contigo se comporta igual que siempre.
Cuando suena el timbre del microondas ambos os asustáis, pero después os miráis y echáis a reír.
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No sabes cómo has acabado así, con las piernas subidas en el sofá y tu cabeza apoyada en el regazo de Akashi mientras él juega con tu pelo. Es una sensación muy agradable, pero entonces la realidad te golpea. Kise te ha dejado. Ya no volverás a besarle, a enredar tus piernas con las suyas, ni podrás enredar tus dedos en su rubia cabellera, ni él te acariciará la espalda hasta que te quedes dormida y sobre todo ya no estará ahí para apoyarte día a día. Todos esos pensamientos hacen que se forme una gran presión en tu pecho y que se te cree un nudo en la garganta. Necesitas soltar todo esto, antes de explotar de nuevo.
-Siempre supe que esto llegaría...
-Claro, has visto la peli más de veinte veces, es normal que ya te sepas todas las escenas.-Asegura Akashi.
-No me refiero a eso, hablo de Kise.-Dices.-No, Sei, no silencies la película, me es más fácil hablar si oigo los diálogos de fondo.
-Vale.
-Desde el principio no tuve claras las intenciones de Kise, me imaginé que para él todo sería un juego, sabía que en cuanto se diera cuenta de que no soy lo suficientemente buena para él, me dejaría. Pero él me hizo ver las cosas de otra manera, me enseñó que no soy un caso perdido, que todo tiene arreglo, solo hay que esforzarse para hacer que las cosas que no nos gustan cambien. Me inculcó que todos tenemos a alguien que se preocupa por nosotros, siempre, aunque nosotros no lo veamos. Él cambió muchos aspectos de mi vida, consiguió que tuviera más confianza en mi misma, que dejara de avergonzarme por todo y que tuviera más coraje para poder decir lo que pienso sin temor a equivocarme. Si lo pienso, dejó más cosas buenas en mí de las que yo me había dado cuenta. Y me ha hecho un último regalo, pensaba que no podría vivir sin él, que nadie se preocupaba por mi tanto como él, pero aquí estoy, vivita y coleando, contigo aquí intentando hacer que me sienta mejor, haciéndome ver que le importo a mucha gente, a Seiko, a Sho, a Aomine, a ti...y creo que por esto, va a valer la pena todo el dolor que se avecina.
Cuando terminas de hablar las lágrimas están corriendo por tu rostro, no sabes en qué momento comenzaron a caer, pero el nudo de tu garganta está empezando a aliviarse así que decides no reprimir el llanto, dejar que todo el dolor salga en forma de agua salada.
-Te admiro ______, la mayoría de chicas estarían insultando y maldiciendo a la persona que les hizo algo así, pero aquí estás, hablándome de cómo esa relación te ha hecho crecer como persona, aunque no haya durado mucho.
-Supongo que ya he tenido suficiente drama en mi vida, he pasado por cosas mucho peores como para hundirme porque un chico me ha dejado. Estas cosas pasan todos los días, y supongo que he ganado más de lo que he perdido. Sé que los próximos días, o semanas, o tal vez meses, no podré dejar de pensar en todo por lo que hemos pasado, y sentiré como me oprimen el corazón, pero día a día, hora a hora, esa presión irá aflojándose hasta que ya no sienta nada.
-Eres muy fuerte _____.
-En esta vida de mierda hay que serlo si no quieres acabar en un manicomio o algo peor.
No volvéis a decir nada más durante el resto de la película, Akashi no deja de jugar con tu pelo con un mano y acariciarte el brazo con la otra, sus acciones consiguen relajarte hasta tal punto que te quedas dormida en su regazo.
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KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.
FanficTu nuevo curso escolar en el instituto Kaijo no va a ser ni de lejos tan tranquilo como esperabas y aún menos cuando el playboy Kise Ryouta se dedica a romper los corazones de la mayoría de las chicas del instituto, ¿podrás salvarte tú del encanto d...