-¿Kise?...
-Shhh.-Dice el rubio mientras hunde sus dientes suavemente en tu cuello.-Intenta no hacer mucho ruido.
-¿A-aquí?.
-¿No quieres?
-No es eso...es que alguien podría entrar en cualquier momento...
-He echado el pestillo.
-Aun así...
-____-cchi, si no quieres, lo entiendo...
No es que no lo quieras, lo que pasa es que siempre es él el que toma la iniciativa en este tipo de cosas, tú también quieres complacerlo, tienes la sensación de que él te da más de lo que recibe a cambio y eso no te gusta. Respiras profundamente y después te inclinas hacia adelante.
Al igual que él ha hecho antes, clavas los dientes en la suave y delicada piel de su cuello. Notas como Kise se tensa y te acerca más a él. Mueves la boca sobre su cuello con lentitud, te da vergüenza hacer este tipo de cosas, además de que no tienes nada de experiencia, puedes tomar como ejemplo únicamente lo que Kise te hizo cuando se quedó a dormir en tu casa. Cierras los ojos y rememoras aquella noche, recuerdas que Kise empezó con pequeños besos...así que comienzas a besar su cuello, mezclando besos y mordiscos a partes iguales. Las manos de Kise ascienden por tu cuerpo, acariciando la parte de piel que el top y la chaqueta no consiguen tapar, la sensación de las grandes manos de Kise sobre tu cuerpo te produce escalofríos, sus pulgares trazan círculos sobre tu piel y después empiezan a moverse de arriba abajo acariciándote con paciencia, como si quisiera tranquilizarte, animándote así a que sigas.
Finalmente sacas tu lengua y rozas con suavidad su cuello. Notas como el chico da un respingo y un sonido grave y gutural sale desde el fondo de su garganta.
-Shhh.-Susurras sobre su cuello como él hizo antes contigo.
El cuerpo de Kise responde por él. Se te acelera el corazón cuando notas su erección apretando contra el interior de tu muslo. Te quedas parada un instante a causa de la impresión. Vale, no eres tan inocente como para no saber que tus acciones tendrían esta consecuencia, pero aun así te sorprende.
No sabes que hacer, Kise lo nota, te agarra la barbilla y te echa la cabeza hacia atrás. El contacto de sus labios sobre tu clavícula te pilla desprevenida y no puedes evitar soltar un suspiro. Kise encuentra un hueco entre tu clavícula y tu cuello que cuando lo acaricia con su lengua te hace perder la cabeza. Cierras más las piernas alrededor de las caderas del chico lo que provoca que él sonría y succione esa porción de piel. Un gemido escapa de tu garganta y te llevas rápidamente las manos a la boca. Kise alza la cabeza, sonríe y te aparta las manos de la boca.
-No hagas eso, me gusta oírte ____-cchi.
-Pero alguien más podría oírnos...
-Tienes razón...supongo que tendremos que dejarlo aquí por hoy...-Dice el chico mientras se aleja de tu cuello de mala gana.
-Ryouta...
-¿Sí?
-Había pensado que...ya sabes...tú conoces muchos aspectos de mi vida, pero yo no conozco casi nada sobre la tuya...no es que me importe mucho...no, jope, sí, claro que me importa, pero lo que quiero decir es que no tienes que hablar si no quieres...
-Me encantaría tener ese tipo de conversación contigo _____-cchi, espérame a la salida del recinto, era verdad lo de que tengo que hablar con un par de personas para un trabajo de mañana, pero no tardaré mucho.
-Vale.
Sonríes y Kise posa sus labios sobre los tuyos suavemente, te da un ligero beso, te baja del lavabo y sale del baño, tú esperas un par de minutos por si acaso y después finalmente sales.
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Cuando quieres darte cuenta ya es nuevamente fin de semana. El lunes por la mañana cuando llegasteis a clase todo el mundo en el instituto había visto el programa y la popularidad de Seiko aumentó como la espuma, en cambio tú sigues igual, nadie sospechaba que tú también estuviste bailando sobre ese escenario, al parecer el cambio fue tan radical que ahora que has vuelto a tu cara lavada y tus prendas anchas nadie puede relacionarte con la bailarina que estaba en primera línea. También puede deberse a que realmente en el instituto nadie se había fijado en ti y no puedes reconocer a alguien que nunca has visto.
En cambio Kirara sí se acercó a ti nada más acabar la primera clase y te abrazó con fuerza y te da la enhorabuena, dice que en un principio le había costado reconocerte, pero en cuanto la cámara te enfocó directamente en la cara no hubo lugar a confusiones.
Es viernes por la tarde y tú estás tirada en tu cama, no puedes salir con Kise ya que él está trabajando y estará ocupado toda la tarde, Seiko ha salido con Himuro y Kirara está estudiando.
Llaman a la puerta de casa. Te levantas de la cama y vas a abrir de mala gana, pero te quedas de piedra cuando ves a Hanamiya Makoto plantado en la entrada.
-¿Qué quieres?
-¿Hiciste lo que te pedí? ¿Has encontrado algo?
-Joder...no, no he tenido tiempo.
-Menos mal que por lo menos uno de los dos ha hecho el trabajo, sabía que no podía confiar en ti para algo así...en fin, coge algo de pasta y ropa, nos vamos a Ikebukuro.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Te lo explicaré por el camino.
-No voy contigo a ningún lado, y menos a Ikebukuro, ¿sabes lo peligroso que es ese lugar? Está lleno de bandas y todo tipo de delincuentes.
-Por eso mismo, digamos que tu madre tiene una cuenta pendiente con alguien de allí.
-¿Pero qué dices? No entiendo nada, pero si mi madre no ha ido a Ikebururo desde que se casó con mi padre.
-No tengo todo el día, ¿quieres descubrir los trapos sucios de tu madre y seguir viviendo tu patética vida o prefieres quedarte en casa ahora y después tener que mudarte conmigo y con tu madre? Te aseguro que si pasa lo segundo, haré que tu vida sea un verdadero infierno.
-¿Más aún?
-No te hagas la víctima conmigo, no tengo todo el día.
-¿Por qué no vas tú solo?
-Porque la persona con la que he hablado quiere verte a ti, a mí no quiere decirme nada más aparte de lo que ya sé.
-Está bien, dame media hora.
-¿No me invitas a entrar?
-Ni loca.-Dices mientras le cierras la puerta en las narices.
Lo primero que haces es coger el móvil y dejarle a Kise un mensaje en el buzón de voz explicándole la situación, sabes que no va a hacerle ni pizca de gracia, pero es ti vida y tu futuro así que esperas que lo entienda.
Coges una mochila en la que metes algo de ropa de cambio, tu móvil, el cargador, mentes en tu monedero todos tu ahorros incluido el premio que os dieron la semana pasada por quedar segundas y lo guardas todo en la mochila. Abres al cajón de tu escritorio y miras la tarjeta de crédito que te dio tu madre años atrás, no quieres llevártela, pero sospechas que tus ahorros a lo mejor no son suficientes para lo que Makoto tiene en mente, así que a regañadientes también metes la tarjeta en el monedero.
Dejas una nota en la habitación de tu hermano y bajas a reunirte con Makoto.
-Más te vale que valga la pena.-Lo amenazas.
-Yo creo que más nos vale a los dos, hermanita.-Dice la última palabra escupiendo veneno por todos sus poros.
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KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.
FanfictionTu nuevo curso escolar en el instituto Kaijo no va a ser ni de lejos tan tranquilo como esperabas y aún menos cuando el playboy Kise Ryouta se dedica a romper los corazones de la mayoría de las chicas del instituto, ¿podrás salvarte tú del encanto d...