TODO Y NADA

IV

Habia sido un ensayo largo y era ya muy noche, Han y Sohen se quedaron unos minutos más, el señor Joon les estaba recordando que el sábado estaban invitados a la celebración  con el equipo de trabajo en la empresa.

—¿Usted también ira?—preguntó Han.

—Por supuesto que iré, soy el responsable de ustedes dos, no temo por Sohen pero por ti—le dijo a Han.

—No voy a beber, lo juró—prometió Han.

—Les gustó como hicieron su trabajo, así que ellos van a considerarlos cuando sea necesario... estoy feliz por ustedes y también agradecerles de que han sido discretos.

—Nadie aquí se dio cuenta, pero todos se alteraron cuando Kim Taehyung apareció en el último concierto porque usted lo invitó.

—Agradece niño—dijo mientras le dio una palmada en la cabeza y este se quejó—es probable que tengamos más audiencia en el próximo concierto.

Sohen solo pudo pensar en que había invitado Jungkook al próximo concierto, ella y su arranque de seguridad, no se arrepentía, pero ¿porque se sentía tan tímida solo de pensarlo? Después de todo fue su iniciativa.

—Bueno, bueno, reconozco que es positivo.

–Ustedes dos son mis joyas más brillantes y un dia ya no sera mis joyas si no que serán sus propias joyas, mientras tanto aprovechen todo lo que pueda conseguir para ustedes y por favor saquen buenas calificaciones y lo digo por ti Han.

—Siento que me quiere por lastima.

—Deja esa tontería.

—Bien, bien.

El señor Joon miró a Sohen y acarició su cabeza—ten más confianza, eres talentosa y sabes a lo que me refiero.

El señor Joon era el único que sabia de sus apuntes sin sentido, aquellas piezas que Sohen escribia y que no las mostraba al mundo. A veces y solo a veces sentía que sus garabatos valían la pena, y cuando el señor Joon se lo decía su corazón se volvía cálido. Después de todo Sohen le tenia admiración  al señor Joon, el era un violinista, compositor y director de una orquesta, y aunque fuera una orquesta pequeña, el arte y la convicción  de su trabajo lo hacían ver impecable.

—Gracias señor Joon.

—Iré con mi esposa y si sucede cualquier inconveniente en esa fiesta, me buscan a mi o mi esposa, ustedes ya la conocen.

Han iba quejándose en todo el camino, estaba emocionado pero por otra parte no tenia idea de coml era una fiesta de esas, Sohen decía que lo mejor era ir formal, bueno de gala y Han se quejaba porque no tenia un traje de gala.

Sohen estaba nerviosa y no tenia a nadie con quien hablarlo, el buscar un vestido para esa noche o algún traje, el sentido de la moda evidentemente no estaba con ella, y no tenia amigas en la gran ciudad de Seúl, sus amigas de la escuela era todo lo que tenia, sin embargo, no podía platicar con ellas tan abiertamente.

Era tan solitario ser foráneo, hasta para los detalles más insignificantes seguía siendo solitario.

Estaba por llegar a su edificio de apartamentos cuando entró una llamada de Jungkook.
Sohen miró la pantalla y sonrió, estaba acostumbrándose a algo que podía terminar en cualquier momento pues, llevaban hablando por una semana, Jungkook le escribia en el transcurso del día y ella también lo hacia. Respiró profundo y contestó la llamada.

Jungkook era un indiscreto cuando tomaba el celular. Taehyung y Jimin ya se habían percatado de ello.

—¿Porque pasas tan pendiente del celular?—preguntó Jin.