Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete.
Se sentó y vió a Namjoon entrar al gimnasio. Jungkook llevaba dos horas ahí, era la manera en la que podía dejar de pensar mucho.—¿Sucede algo? Acabo de ver a Kal y a Sohen, esta llevando sus cosas—Namjoon era así, el preguntaba directamente aunque la pregunta fuera incomoda en el momento, y esonera algo que Jungkook admiraba de el.
Jungkook miró por unos segundos a Namjoon. Bajó la mirada para acomodar las pesas en el suelo.
—Terminamos, eso es todo—soltó con desanimo.
Namjoon se sentó y podia entender la situación, era un observador y aunque Jungkook era un reservado en cuanto Sohen, desde el insidente Namjoon había hablado seriamente con la empresa para garantizar la seguridad de ellos, al final siempre se buscaba una excusa para que las cosas no se hicieran más grande y todo se solucionaba por el dinero y no por la justicia.
—Entiendo... lamento no poder controlar esto.
—Es el precio de la fama—dijo con rapidez.
—No debería ser así, y en algún momento cualquiera de nosotros tendrá su relación pública y nos vamos apoyar.
—Si... algún dia—dijo Jungkook.
Aquello no iba a pasarle a él, podría pasar con los demás pero Jungkook pensaba que con el jamás.
—Creo que mi error fue pensar que puedo amar con libertad.
Namjoon no dijo nada, en el fondo sabia que ellos no tenían libertad, no hasta que todo terminara, y era muy probable que ni después de terminar eso iba pasar, pero era algo que tenían que lidiar con quien sea que escogieron como pareja. Namjoon comprendia el pensar de Jungkook, y eso no quitaba que era injusto.
—Eres un buen chico Jungkook... no se que paso exactamente pero creo que si es desición de ambos entonces estarás tranquilo a pesar de la decisión que tomen.
—La tomé solo yo... porque, uno de los dos tenia que hacerlo y prefiero ser yo.
—Bien, supongo que asi debe ser.
Jungkook acomodó su cabello y le sonrió a Namjoon, sabia que el estaba preocupado desde lo sucedido en el apartamento, era un buen líder y si algo detestaba Jungkook era darle carga a los demás, sentía muchas veces que era un inmaduro y las cosas que ocurrían era por su imprudencia.
—Ellas aún están ahí—dijo Namjoon y se levantó.
Jungkook lo vio irse del gimnasio. Jungkook se quedó unos minutos más en el gimnasio, estaba acostado viendo el techo y la música en sus oídos.
No tenia fuerza de voluntad para mirar a Sohen. Lo único que venia a su cabeza eran las últimas palabras de ella antes de cerrar la puerta.
¿Realmente el no iba arrepentirse? Se iba a convencer todas las noches de que eso era lo mejor porque lo era.
Subió a su habitación y en efecto ella se habia llevado sus cosas. Después de tomar una ducha y estar descansando en su recamara el estiró su brazo. Realmente se sentía solo. Realmente nada volvería a ser como antes.
Habia escuchado a Jin, parecía molesto por como vio a Sohen.
"—Se notaba que había llorado mucho y evadió mi mirada todo el tiempo, ella parecía avergonzada"
Escuchar aquello lo hizo sentir miserable, y se repitió que eso era lo mejor, lo único que el se llevaba eran aquella palabras, no le dijo que la amaba, era el tipo más patético que pudiera existir. No había excusa y era probable que ese peso se lo llevaría hasta el final.
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TODO Y NADA
FanfictionNarra el romance de dos personas y las dificultades que presentan ante la sociedad cuando se es un idol. Sohen es una chica con muchos sueños, ella es violonchelista. Jungkook es un integrante de una banda muy conocida. (totalmente un fanfic, nada r...