TODO Y NADA

XIII

Habia hecho unas donas y pasó por el apartamento de Jue antes de ir a la empresa. El motivo por el que iría era porque Jungkook quería que le ayudara con unas canciones, Sohen sentía que solo era una excusa de él porque ella tenia otro compromiso con Taehyung, lo vería para entregarle unas canciones y que el las modificara a su antojo.

Sohen jamas había pensado en sacar provecho de ello. El señor Joon habia sido quien la había motivado. Ella no tenia como agradecerle por todo a el. El dinero que Sohen había ganado la última vez que participo con ellos hace dos meses había sido generoso y Taehyung y Jungkook la habían recomendado para ayudar al nuevo grupo musical, era solo por contratos, después de todo su pasión estaba en el escenario, en la orquesta, en el violonchelo.

La puerta se abrió y Sohen vio a una chica extranjera abrirla.

—Marie no abras la puerta como si nada—dijo Jue pero Sohen no entendió nada d eso que ella dijo.

—Eres linda, no puedes entenderme pero eres linda ¿quien es ella?—preguntó Marie cuando Jue llegó a la puerta.

Ese día Sohen conoció a Marie, era una extranjera muy sonriente y su voz era fuerte, se miraba como una chica muy segura de si misma.

—Es mi amiga Marie, la que te mencioné que es del extranjero.

—Dile que mucho gusto, encantada de conocerte Marie.

Y asi lo hizo Jue.

—Dile que es hermosa... ¿ella también sabe que tu novio es Taehyung?

—Deja de hablar y agradece las donas.

Sohen se habia ido feliz del apartamento de Jue y es que ella parecía estar mejor.

Ese día estuvo en la empresa. Habia llevado las donas para los demás.

—No van a gustarte, no las comas Jungkook—dijo Sohen pero su novio era un necio sin remedio a pesar de que esas donas las de el centro en especifico llevaban limón.

—Son las primeras que haces, van a gustarme.

—Pero te avise.

—Yo si quiero, se ven deliciosas—dijo Jhope.

Sohen miró a Jungkook hacer una expresión extraña, y lo que dijo fue que estaban deliciosas. Sohen sonrió enormemente, su chico era tan considerado a pesar de que ese sabor no era su favorito.

—Tomas estas—le dijo cuando el inclinó su oído—son las que hice para tí.

Sohen estaba en el estudio con Taehyung y este le había agradecido por estar pendiente de Jue.

—Aun no hablo con ella porque esta de visita su amiga de España, bueno no es de España pero la conoció ahí.

—Marie, hoy la conocí.

—Si, Marie.

—Jue estará feliz de verte así que no estés nervioso.

—Es que... nunca  habia estado tan molesto... estoy muy arrepentido y... avergonzado con ella.

—Ánimo—dijo Sohen y empezaron a trabajar como nunca.

Jungkook visitaba el estudio de Taehyung a cada rato.

Los dias en la universidad estaban llegando a su fin. Sohen hacia el papeleo  para la graduación. Habia algo que tenia nerviosa a Sohen y era el hecho de que sus padres vendrían a Seúl. Ella no podría recibirlos en el apartamento de Jungkook, era tan extravagante que asustaría a sus padres.

—Voy a presentarme con tus padres, les explicaré todo.

—Hablas tan tranquilo, solo no quiero que tengan una mala impresión de ti.

—Sohen—dijo y la abrazó—estoy a nada de ser un símbolo patrio.

—Santo cielo, te he perdido—y ambos estaban muriendo de risa.

Después de pensarlo tanto, Sohen había decidido utilizar el apartamento de Jue para recibir a sus padres. Aunque Jungkook se habia molestado al principio termino aceptando, sin embargo era un hecho que iba a presentarse con sus padres.

Sohen se habia despertado cuando Jungkook estaba por irse a la empresa, se sentó a la orilla de la cama y removió los cabellos que estaban en el rostro de Sohen.

El estaba feliz por ella, hoy era el día de su graduación, y también seria el día en que el conocería a los padres de Sohen, ¿estaba nervios? Lo estaba pero jamas iba a mostrarlo.

—Dejé desayuno—le dijo Jungkook.

—Gracias.

—Perdoname por no poder estar ahí.

—¿Que dices? Estarás ahí porque siempre estas en mi mente.

Jungkook sonrió y besó la frente de Sohen.

—Felicidades...tengo un regalo para tí, bueno... regalos, te veré para cenar.

Jungkook se habia ido y Sohen se alistó para ir por sus padres. Y antes de irse Sohen escuchó el timbre, alguien llevaba un paquete. Era un regalo de Jungkook, flores, un clásico de rosas rojas. Sohen firmó y la chica se marchó.

Sohen le había mandado una foto con las rosas a Jungkook. Este no podia estar más satisfecho al verla sonreír. La amaba, no había duda de ello.

Sohen estaba escuchando y viendo a los demás pasar, y cuando llamaron su nombre un sentimiento de alegría le invadió, estaba satisfecha con ella misma. Han también se estaba graduando. A Sohen le sorprendió un poco ver a Wooin con una chica que parecía ser su pareja, las cosas no fueron igual desde aquel día.

Estaba feliz de tener a sus padres ahí.

—Estoy orgulloso de ti hija—le dijo su padre y le abrazó fuerte.

Su madre también le había abrazado fuerte. Ese día sus padres conocieron al señor Joon, el tan mencionado por su hija.

Sin embargo sus padres tenían la intención de volver ese mismo día a casa, la razón era que su abuela debía ser cuidada y no podían dejarla mucho tiempo al cuidado de alguien más. Sohen iba agradecerlo más adelante, porque Jungkook no iba a conocerlos.

—Tus padres son encantadores—dijo Jue cuando estaban en el auto.

—Si ellos... me hubiese gustado que se quedaran más tiempo... pero creo que les abruma Seúl.

—No los culpo, me abrumó la primera vez que estuve aquí.

—Jungkook quería conocerlos, aun no le he dicho que ya se fueron.

—Pues el deberá ir hasta ellos la próxima vez.

—Eso solo me recuerda que conoceré a sus padres en un par de semanas.

—Algun dia iba llegar.

Sohen bajó del auto, Jue llegaría al apartamento una vez que terminara su clase de la tarde.

Ese día iba ser diferente, iba por supuesto.
Sohen tomó su celular y llamó a Jungkook, le explicó que sus padres habían tomado el tren. Jungkook había sido tan comprensivo y le había dicho que estaba saliendo de la empresa y que solo tardaría unos veinte minutos en llegar.

"No corras mucho"

"Siempre prudente" le había respondido él.

Sohen entró al apartamento. Como era su costumbre estiró su cuerpo y fue directo a la cocina.

—Tiene buen gusto, como lo imagine.

Escuchó desde el pasillo y Sohen quedó paralizada.

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