TODO Y NADA

XXIV

Septiembre
2025

Jungkook miró a Taehyung nervioso, y no sabia si su nerviosismo era por la entrevista o porque iba a pedirle matrimonio a la chica que amaba y que lo amaba, la verdad no debía estar nervioso, Jungkook estaba seguro que Jue le diría que si y tendrían esos cinco hijos que Taehyung tanto alucina, y podría escuchar a Jue decir que solo serian tres, porque así eran ellos... Jungkook los conocía.

—Deja de ponerte tan nervioso que me pones nervioso, ya te dije que esta todo listo y me debes una buena cena por todo esto que hago por ti.

—Gracias Jungkookie, te debo mucho asi que cuando sea tu turno yo te ayudare—dijo Taehyung, y este le abrazó.

¿Su turno? El no iba a casarse ni así fuera la mismísima Madonna, no había interés en ello.

—No voy a casarme—soltó con firmeza.

—Si, si, como digas generacion moderna.

—Ve a que te preparen—le empujó.

Y ahi estaba Jungkook, acompañando a Taehyung en aquella entrevista. Taehyung tendría una semana muy ocupada pero ahi estaría junto a Jue, robando la mirada de todos.

Jungkook solo podía ver como de una u otra forma todos hacían su vida, y el estaba seguro que para el seria diferente, incluso Namjoon se habia atrevido a hablar con la chica de secundaria que siempre amó.

Taehyung tenia una sonrisa boba mientras hablaba de Jue y Jungkook estaba viendo todo detrás de las cámaras, sentado en una silla bastante cómoda.

Fue cuando Jimin le llamo un poco alterado y el se levantó de la silla para poder hablar a gusto.

Si, la vida debía ser muy injusta, era como si le estorbara ver personas felices. La felicidad no era eterna, las personas mucho menos.
Jungkook se quedó quieto por varios minutos, colgó la llamada y miró las noticias en su celular.

¿Era una pesadilla?

Tenia que serlo.

Porque de entre todos los accidentes, tenia que ser ese, y es que Jungkook no estaba seguro si ese vuelo comercial era el que había tomado Jue, sin embargo fue Jin que le confirmó que era ese vuelo.

Las lagrimas salieron.

Caminó hasta el set de grabación y ahi empezó todo. Taehyung  estaba con su celular llamando a Jue una y otra y otra vez. Y ahí estaba Jungkook tratando de comunicarse con Jimin, y fue Sejin quien se encargó de del resto de esa entrevista.

—Ella no contesta—dijo Taehyung. Estaban en el auto y a Taehyung le temblaban las manos—¿Ella debe estar bien verdad?.

La mirada que tenia era de desesperación y Jungkook sintió que la esperanza era lo único que podían tener ahora.

Nadie iba a detenerlo, y a pesar de que la empresa le sugirió que no se movilizará, que era mejor esperar, Taehyung jamas iba dejar de hacer lo que el deseaba solo porque la empresa le pareciera inapropiado, no cuando se trataba de Jue, de su Jue.

El vuelo fue lento, porque así se sintió. Y cuando llegaron Taehyung pagó el rescate, Taehyung había dejado de llorar y Jungkook solo podía ver a su amigo con el alma angustiada.

Fue hasta esa noche, cuando rescataron los cuerpos incinerados, y que no había nadie con vida fue que Taehyung perdió la razón.

Y lloró como nunca.

Maldijo como nunca.

Y Jungkook no dejó de abrazarlo. Escucharlo y verlo así le estaba matando.

Pensó en la última vez que vio a Jue, pensó en todo lo que habían vivido, no solo era la novia de su amigo, ella era amiga también.