TODO Y NADA

XXX

Pantalones largos, una camisa formal. Se miró en el espejo, parecía una ejecutiva, no era esa la impresión que quería dar. Buscó un vestido de un azul turquesa, que tampoco le pareció apropiado, ¿que debía vestir? Porque no tenia mucho tiempo ya que Jungkook llegaría en cualquier momento.

¿Porque estaba tan nerviosa? Sohen ya conocía al hermano de Jungkook pero no a sus padres.

—Tranquila, es solo una cena—se dijo para ella y volvió al armario, terminando por usar un traje cómodo y dijo que ya no se vería más al espejo.

Jungkook no tardó en llegar y lo primero que hizo al verla fue robarle besos, si le preguntaran a Sohen si ese chico era cariñoso, la respuesta era que si, lo era, y siempre el mejor momento era cuando estaban solos, daba miedo, porque la vida no podia ser así de agradable.

—No, no... no sigas, llegaremos tarde—y es que las manos de Jungkook eran largas, imprudentes como ningunas, insasiables hasta la locura, así era el—pareces un adolescente hormonal—espectó Sohen.

—Yo se que te gusta este adolescente hormonal, pero si sigues quejándote entonces me volveré un arisco.

—Me quejo porque no tenemos tiempo para concluir lo que empiezas.

—Bien... pero es inevitable no ser un adolescente hormonal—dijo con picardia y sonrió a la desaprobación de Sohen, le sujetó el rostro y acomodó el cabello de Sohen—no estés nerviosa, ya te lo dije, mi madre te adora, y mi padre, es tranquilo... te ves hermosa también... ya te aman así que tranquila, además yo voy a estar contigo todo el tiempo.

Sohen lo miró sacar de su bolsillo una pulsera.

—Pensé en ti cuando la vi.

Era dorada, oro seguramente, muy delicada. Lo miró y le sonrió ampliamente.

—Gracias...—dijo y esta vez fue ella quien beso a Jungkook de manera fugaz.

Hace mucho que Sohen no ponia un pie en el apartamento de Jungkook, de hecho, ella no sabia si había comprado otro, y su sorpresa fue que el se habia quedado en los apartamentos asignados por la empresa.

—No he comprado otro apartamento, lo vi inesesario, aunque... ahora estoy pensando en una casa, bastante amplia... ¿que dices?

—Digo que si es tu deseo puedes hacerlo, ¿quieres que te acompañe?

—Quiero que la escojamos.

—¿Eres consciente de tus palabras?

—Es un pedazo de papel... siempre he visto de esa manera el matrimonio, no soy tan romántico como otros hombres, pero voy a casarme contigo, tu eres hija única y seré el único yerno en tu casa así que voy a lucirme... ¿que dices?

—Que tienes una manera muy peculiar de pedirme matrimonio.

—Yo... yo no quiero perder el tiempo en protocolos contigo, te amo y quiero verte cuando vaya a dormir y verte de nuevo cuando despierte.

—Puedes hacer eso ya.

—Pero llamarte esposa será el plus... ya sabes lo que dirán "ahí viene el esposo de la señorita Lee" bueno de la señora Jeon.

—Tu te aburriste de decir en cámaras que no querías casarte—le reprochó Sohen.

—Lo dije porque no pensé que volveríamos, pero si me quiero casar, ¿me puedo casar contigo?—preguntó y aprovechó el semáforo en rojo para girar su cuerpo a ella y mirarla a los ojos mientras besaba su mano—no te atrevas a negarme tan cruelmente porque voy a morir si no te quieres casar conmigo.

—Me casaré contigo si hoy te luces dentro de mi.

Y aquello había hecho en Jungkook una locura en el, porque sintió las orejas arder.