XXXI

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Ese momento donde todos les miraban, todos esperando la unión de ellos.
Y hubo un momento donde Sohen pensó que jamás se enamoraría de alguien más, un momento en el que deseo odiarlo, porque amarlo le estaba quemando, y la frustración de eso que amo y no pudo ser era la piedra para no avanzar. ¿Era eso luchar por amor? ¿Sabes lo que dicen de no tener dignidad? Porque hubo un tiempo donde Sohen se odio por amarlo tanto, y sin embargo, ahi estaban viéndose tan profundamente, como si no importara nada más.

Jungkook se acercó a ella, y le dio un pequeño beso.

Y aquellos aplausos en el fondo.

¿Que importaba como lo vieran los demás? ¿Que importaba si decían que ella debió tener dignidad? Porque ella estaba feliz, estaba feliz de que esos ojos estuvieran en ella y que hombre al que tanto amaba le correspondiera de igual manera.

—Te amo.

Y le regaló esa sonrisa de la cual ella se habia enamorado.

La noche avanzaba y ellos se marcharon tan pronto tuvieron la oportunidad.

—¿Vas a bailarme?—preguntó Sohen mientras le miraba quitarse el corbatin.

—¿Quieres que te baile?

—Pero hazlo bien, y hasta lanzaré algunos billetes.

—Que atrevida—dijo y empezó a desprenderse de algunas prendas—pero si es lo que quieres puedo bailar para ti, aunque prefiero bailar adentro de ti.

—Atrevido.

Y aquellas vacaciones no duraron mucho, ellos se iban a una gira de seis semanas, y Sohen se quedaría sola en aquella casa tan grande.

—Voy a extrañarte, no pienso dormir sola así que desde ya te digo que Bam dormirá conmigo.

—Siempre soy reemplazado por Bam.

—Entonces no te vayas—Sohen lo abrazó más fuerte. Estaban en la cama aun con el sueño de la mañana.

—No me hagas discutirlo de nuevo, porque te dije que vinieras conmigo y dijiste que no por tu trabajo y lo entiendo.

—Ya, ya... pero si vas a enojarte para hacerme lo que me hiciste anoche, por favor, vuelve a enojarte.

—Descarada.

—La convivencia es contagiosa—dijo Sohen y sintió el peso de el encima suyo.

—Será mi tortura no tenerte en todo este tiempo y espero que te hagas responsable de eso cuando regrese.

—Lo mismo va para ti, eres un irresponsable... me acostumbras a algo y luego te vas tanto tiempo—dijo Sohen y Jungkook le sonrió con malicia.

Cuatro semanas desde que los chicos andaban de gira. Y ahi estaba Sohen en la casa de Marie, comiendo mango a gusto.

—¿No es eso muy ácido?—preguntó con preocupación Sohen.

—Asi es como se come un mango Sohen, no es malo, al menos eso dijo mi doctora.

—Si los embarazos son así como el tuyo hasta yo me animaría a tener uno.

—Asi que ¿estan pensando en tener hijos?

—No, no... será más adelante.

—Oye pero si me lo dices con esa cara no se que pensar Sohen.

—Estas imaginando cosas—se defendió Sohen con una sonrisa.

—Me siento mal por Seokjin, porque la paso mal los primeros meses, era como si tuviera todos los malestares el, y hasta andaba de mal humor.

—Ni lo menciones, Jungkook me platicó que se durmió en el último concierto.

TODO Y NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora