Por favor, no respires así, por favor no lo hagas porque no podré resistirme. Porque Sohen estaba perdiendo la cordura en su piel.
Era cruel, demasiado cruel.
—Espera—dijo en un susurro que se asemejó a un gemido débil—no, no podemos.
—¿No quieres? —preguntó Jungkook con la mirada llena de calor, y él lo entendía si ella no quería, se iba a marchar y tomaría una ducha muy helada y probablemente soñaría con el calor de su piel.
—Es, es que...son... mis días, ya sabes... mis días—dijo apartándole la mirada.
Y Jungkook no entendía porque Sohen estaba tímida y el sonrió como si el descaro se apoderara de su cuerpo.
—Pregunte si quieres... ¿quieres que te haga mía?
El universo debió tener piedad de ella, debía tener piedad, pero pareciera que ni siquiera se acordaba de ella porque Sohen sintió el cosquilleo en su vientre. Y no iba a pasar, no porque no lo quisiera, era porque ella no podría jamás con la vergüenza y surostro seguramente ya era de rubí.
—Por Dios Jungkook... no lo digas así—se quejó sin fuerza, habia olvidado lo descarado que el era, lo provocativo que era.
—Yo no tengo problemas, luego tomamos una ducha juntos, me encargaré de limpiarte y que estés satisfecha—le dijo y dió un beso suave en los labios-entonces ¿cuando se va? ¿Cuando podré tomarte? ¿Quieres que prepare algo dulce para ti? ¿Algún té?—preguntó con una sonrisa agradable para Sohen.
Aquello era un no, no iba a pasar esa noche y Jungkook lo sabia, y quizás porque ella estaba en sus días es que se dejaba mimar tanto como el anhelaba todas sus noches.
Y la abrazó fuerte y la acompañó en ese trabajo entre pilas de papel.
Estaba embobado por ella y no iba a guardar disimulo. El reloj daba pasada las dos y Jungkook le había hecho un té. ¿Cuantas veces anheló estar cerca de ella? Solo acompañarla, ver que ella le regalara una sonrisa cálida y no una mirada fría y desinteresada y ahora el podía quejarse sobre eso.
—Fuiste muy fría conmigo—dijo llamando la atención de Sohen quien ya estaba apagando su computadora.
Sohen le miró con intriga y cerró la computadora y se sacó los lentes para dejarlos encima de su computadora.
—¿De que hablas?—preguntó ella.
—Hablo de que me has ignorado todo este tiempo, muy cruel, pero te perdono.
—Oye, no me hagas defenderme porque saldras perdiendo.
—Dije que te perdono-dijo Jungkook sin dar su brazo a torcer y evidentemente solo se quejaba para poder ver la expresión de la chica que tanto amaba.
—Eres increible... pero yo también te perdono.
Jungkook tomó la mano de Sohen, estaba ahí, esa cicatriz ahí estaba y eso le hacia recordar la poca privacidad que tenia. Levantó la mirada para encontrarla a ella.
—Eso ya sanó, no pongas esa cara.
—Lo siento-dijo y se acercó para darle un beso en la palma de su mano- haré todo lo que este en mis manos para evitar algo así de nuevo.
—¿Vas a mandar a Yoonsu? El pobre debe de estar cansado de seguir mi vida ordinaria.
—Quisiera que no me niegues el cuidarte así, no es que yo quiera tenerte vigilada como un loco obsesionado...
—Lo se, lo se...
Sohen dejó salir el aire de sus pulmones y miró el rostro de Jungkook, ¿Hace cuanto noble tenia asi de cerca?
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TODO Y NADA
FanfictionNarra el romance de dos personas y las dificultades que presentan ante la sociedad cuando se es un idol. Sohen es una chica con muchos sueños, ella es violonchelista. Jungkook es un integrante de una banda muy conocida. (totalmente un fanfic, nada r...