10 de enero

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[sugerencia: leer el poema con el vídeo anclado]

Hoy tocaba dar clases en la escuelita de surf, Louis y Zayn se encontraron a medio camino, terminando el recorrido con risas genuinas. Jack se había postulado para ser guardavida y obtuvo el puesto así que los tres amigos compartirían horas.

Amelie pasó luego de un par de horas juntando y clasificando los residuos que el día de playa había dejado en la orilla. Siendo así que al terminar el día todos los amigos volvieron juntos hasta donde los caminos se separaban.

Del otro lado del mundo, se encontraba un Harry sumido en el aburrimiento que le despertaba el hecho de permanecer en una ciudad por más de dos semanas, pero por nada en el mundo rompería su promesa, debía aguantar tan solo dos semanas más.

A causa de la simpleza de Londres, el rizado recurrió a clases de piano y guitarra. Era muy amante de la música, sobre todo de la acústica. Creía que la versión acústica de cualquier canción sonaba mejor que la original porque así se proyectaba mejor la voz del artista.

Claro que no escribiría canciones, no se sentía capaz de hacerlo. Pero sí haría melodías y las uniría a sus escritos, siendo una versión barata de la música.

Si nos volvemos a encontrar
y somos los mismos
pero con las alas menos empolvadas
y con la sonrisa más libre,
si descubrimos que nuestros miedos
maduraron hasta convertirse en ganas,
si nos volvemos a encontrar y sigo
siendo yo y sigues siendo tú
y el invierno ya no quema,
te prometo una muerte
por causa natural.
Prometo irme antes,
prometo despedirme más deprisa,
prometo no intentar huir del viento
que me lloró y yo con él,
cuando me dijo que venía
a llevárselo todo.

Malibú || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora