El timbre resonando en el salón principal del departamento de Harry logró sacarlo de su momento con la guitarra así que, bufando, abrió la puerta.
—¿Señor Styles?— preguntó el jóven.
—Sí.— dijo agarrando el paquete.
—¡Qué tenga buen día! — dijo el cartero subiéndose a su bicicleta y saliendo de la vista de Harry.
—Igualmente.— respondió inaudible.
Una vez dentro nuevamente, despejó la mesita ratona dónde había dejado apoyada la guitarra, dejándola ahora sobre el sillón de un cuerpo.
«¿Qué trama ahora?» pensó.
Pasó la yema de su dedo índice por el relieve que la lapicera dejó al escribir su dirección.
Observó aquel verde bosque con detenimiento.
—Louis...— suspiró con fuerza.
Lo primero que hizo fue abrir el sobre que contenía la carta. Pasó suave la punta de un cuchillo por el borde pegado y, en un ágil movimiento, la solapa salió intacta.
"Buena fortuna, mi bosque;
En un mano a mano con el amor, te envío este presente para que en él deposites todo lo que te abrume en tu vida: el amor, el odio, el rencor, la felicidad, la tristeza, la tranquilidad. Y que tengas algo -tan vos- para tus profundas palabras.
Este cuaderno, curiosamente, es del color de tus ojos; mi favorito. Y me tomé el atrevimiento de escribirte algo en la primer hoja, espero no te moleste; y si así es, arrancala, pero no me lo digas.
¿Francia? me gusta, es muy vos, muy relajado, pero a la vez muy concurrido. En cambio yo, ya lo sabes, soy muy apegado a Benagil.
Espero que en este cuaderno puedas escribir sobre las nubes y tú perspectiva de ellas; esa que tanto me atrapó cuando me la contaste.
Te amo, mi bosque,
y espero verte pronto,
esta vez en carne y hueso
y no en la lluvia de estrellas.
-L :)."escrito de la primer hoja del cuaderno:
Cuando no sé qué sentir, escribo,
con las mil y un dudas
que se me pasan por la cabeza,
puede que me ayude a desahogarme
o simplemente,
a organizar mis ideas.
A lo mejor
eso es lo que realmente
me gusta de esto.
Que me ayuda a descubrir quién soy.
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Malibú || l.s
RomanceTodos tenemos un «ojalá» en nuestras vidas. Alguien que pudo ser, y se quedó en la puerta sin entrar. Una chispa que no encontró dónde hacerse llama, y que se apagó sin dejar huella. Alguien que cuelga de tus recuerdos y que, de vez en cuando, prov...