08 de abril

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Louis aquella noche había llegado al departamento que alquilaba y no le había dejado tiempo de procesar las cosas a su cabeza; porque sabía que echaría todo a perder. Así que llegó y se acostó a dormir, dejándole al mañana el curso de su vida.

Al despertar, a causa de la alarma para desayunar, vió en la pantalla del celular una llamada perdida. Pensó que era Zayn, pero al ver "desconocido" por encima, el aire comenzó a faltarle.

Antes de responder hizo una llamada.

-¡ZAYN!- gritó apenas el pitido de la espera cesó.

-Hola Lou, ¿pasó algo?- respondió el ojimiel somnoliento.

-ME LLAMÓ.

-¿Cómo que te llamó?

Mientras Zayn se sentaba en la cama para prestarle atención al relato de su mejor amigo, Louis se cambiaba con sus joggings grises y dejaba su torso al desnudo, debido al calor que los rayos del sol dejaban en su piel.

-¿Y le contestaste?- preguntó el morocho después de escuchar el suceso de la noche anterior.

-No, porque duermo con el celular en silencio así que, antes de llamarlo, te llamé a vos. Pero es muy temprano para llamarlo, son las nueve de la mañana. Si lo llamo ahora va a pensar que soy un desesperado, mejor lo hago más tarde, cerca de la hora del almuerzo.

-Louis, pará. ¿Por qué vas a dejar esta oportunidad por miedo a quedar "desesperado"? Si te llamó es porque desea verte, ambos están desesperados, no vas a quedar "intenso" como vos decís.

-No quiero echarlo a perder.

-Entonces dejá de pensar y actuá. Nos vemos Lou, y espero que la próxima vez que me llames sea diciéndome que se besaron.

-Chau, Ze. Gracias.

La llamada terminó y decidió empezar a jugar. Apoyó su pulgar sobre el "desconocido" y, en un conteo de cinco segundos, el pitido de la llamada se hizo presente.

-Louis. -la voz ronca lo paralizó, por un momento se olvidó de lo que estaba haciendo.

-Sí, ese soy yo, ¿pero vos quién sos?

-Tu bosque.

El aire comenzó a faltarle, se separó el celular de la cara y divisó su foto de perfil en pantalla grande.

-Muy linda tu foto de perfil, mi bosque.

-Podría decir lo mismo de mi cielo.

-¿Estás para almorzar juntos? -Harry podría pensar que aquella frase salió sin preocupación de la garganta de Louis, pero fue todo lo contrario ya que temía por cada palabra que pronunciaba.

-Pensé que iba a tener que remar más. Me encanta, tengo el lugar perfecto, ahí te mando la ubicación. Te espero a la una.

-Espero no perderme. Nos vemos, Hache.

Que el rizado lo apodara "mi cielo" en sus cartas era lindo, pero escucharlo con su voz le chocaba bastante. Él pensaba que no lo trataría de la misma forma que en las cartas, capaz solo lo apodaba así porque era un juego. ¿Harry realmente lo consideraba su cielo? El cielo era inmenso, eterno, profundo, infinito, ¿suyo?.

No dudaría en bajarle la luna si se lo pidiera, en regalarle las nubes, las estrellas; pero nunca se había sentado a pensar en ser el cielo de alguien. ¿Sería capaz de amar tan profundo como el cielo?

Harry, por otro lado, esbozaba una sonrisa mientras observaba por la ventana a la gente pasar por las calles de aquella maravillosa ciudad. Escuchar la voz de Louis lo había hecho feliz, ansiaba verlo cuanto antes.

Malibú || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora