La lluvia tomó presencia alrededor de las cuatro de la madrugada y no tenía planes de parar, por lo cual Louis no tuvo escapatoria.
Apenas eran las once cuando Harry revoloteó sus largas y pesadas pestañas hasta los brazos que lo rodeaban por el abdomen; había sido la cuchara pequeña sin haberlo planeado. Sonrió y afianzó aquellas manos aún más.
Un bostezo desvelador no tardó en aparecer, causándole un escalofrío a causa del aliento en su espalda desnuda.
—Buen día, mi cielo.
—Buen día, mi amor.
Louis aún seguía un poco adormilado, por lo que el apodo había salido sin pasar por el centro de procesamiento en su cabeza. Harry no pudo dejarlo pasar por alto, su corazón se aceleró.
—Mi amor…—susurró, en busca de creerlo.—¿Desayunamos acá?
Y un movimiento de cabeza fue lo único que recibió.
Depositó un beso en su frente y se libró de los brazos que todavía lo rodeaban.
Se colocó una bermuda y unas ojotas, los rayos de sol eran calurosos a esa hora de la mañana.
En el camino desde el cuarto a la cocina fue repitiendo la misma frase; "mi amor" "mi amor" "mi amor". Louis le había dicho mi amor.
El ojiazul no se dió cuenta de que llevaba una semana fuera de su hogar, y fue cuando una llamada de su mejor amigo lo sacó de su trance.
—Yo entiendo que estás viviendo una luna de miel con el amor de tu vida, pero recién pasó una semana y no solo me llamaste una sola vez sino que también te extraño un poquito.
—¿Cómo que una semana?—preguntó obviando el resto del reproche.
—¿Te dije que te extraño y tu única preocupación es que pasó una semana? Increíble.
—No es eso, es que yo me quedo un mes nomás y si ya pasó una semana… Dejá, ¿cómo estás, Ze? Yo también te extraño horrores.
—Dejá de pensar en cuánto te queda y empezá a disfrutar lo más que puedas. Yo bien, anoche nos juntamos con los chicos y ellos también te extrañan… se enojaron porque me llamas a mí solo y no a ellos.
—No los llamo porque son cincuenta, pero en estos días podemos hacer videollamada… y les puedo presentar a Harry.
—Uh eso les va a encantar, fijate si Harry quiere y avisame así se los informo. Te dejo que tengo que ir a la escuelita, nos estamos hablando Lou, te quiero.
—Nos vemos, Ze. Te amo.
Una semana. Una semana llevaba allí, por lo cual le quedaban tres más. La agonia de partir de nuevo le inundó el alma, y quizás un poco los ojos.
Louis se encontraba apoyado en el desayunador, de espaldas al living, por lo que no vió llegar al rizado por su espalda. Directo a abrazarlo.
—¿Quién fue la persona mala que te llamó y te puso así de triste?—dijo apoyando su mentón en el hombro ajeno.
—Nadie. Era Zayn y me dijo que los chicos me extrañaban…
—¿Y vos?
—¿Yo qué?
—¿Los extrañas?
—Obvio que sí, es la primera vez que paso una semana fuera de casa.
—¿Ya pasó una semana? Qué locura, cómo pasa el tiempo con vos.—depositó un beso en la mejilla de Louis.
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Malibú || l.s
RomanceTodos tenemos un «ojalá» en nuestras vidas. Alguien que pudo ser, y se quedó en la puerta sin entrar. Una chispa que no encontró dónde hacerse llama, y que se apagó sin dejar huella. Alguien que cuelga de tus recuerdos y que, de vez en cuando, prov...