Malibú || l.s

18 de marzo

Louis amaneció primero, pero no fue problema ya que con sus amigos tenían la costumbre de irse cuando les apeteciera. Agarró sus cosas y se retiró del lugar.

Una vez llegando a su casa, se topó con el cartero, quien hacía unos diez minutos se encontraba golpeando su puerta.

—Buen día señor, ¿a quién busca? —preguntó el ojiazul.

—Al señor Tomlinson, ¿es usted?

—Para su fortuna, sí.

—Necesito que firme acá para poder retirarme. —dijo extendiéndole el papel sobre la caja para que pudiera firmar más cómodo. —Muchísimas gracias, que tenga buen día jóven.

El señor se retiró y Louis quedó con una caja en sus manos, frente a su puerta. Metió las llaves torpemente y entró, cerrando su puerta con el pie.

¿Tan rápido? Estaba por mal-acostumbrarse a recibir regalos diariamente.

Una caja, con su letra, y su aroma.

Al abrirla, lo primero que vió fue el buzo naranja, su buzo, su favorito; y, afortunadamente, olía a tabaco y vainilla. Lo segundo que vió fue la botella de perfume bien envuelta, gritó internamente por el detalle. Y lo tercero, pero no menos importante, la carta.

Antes de leerla se puso el buzo, a pesar de hacer veinticinco grados a la sombra.

"Querido cielo:

Cómo no darme cuenta de que pasó un mes si cada día que pasaba era una línea más en mi pared, yo siendo preso del tiempo.

Te preguntarás el por qué te llamé “cielo”, capaz pensarás que es porque vos me llamas ‘bosque’ -muy lindo por cierto- pero no lo es, no del todo.

Frida Khalo dijo alguna vez…
‘yo te cielo’ al intentar
expresar amor y por más
cliché que suene…
creo que es aún más
fuerte que un ‘te amo’.
‘Te cielo’
compartiendo el infinito
y todos sus tonos de azul.
Clarito, para quererte bonito.
Nublado, para que estés
a mi lado.
Y oscuro, contigo en los
momentos más duros.
‘Te cielo’
con todo y tormenta,
frase que a mi corazón alimenta.
Mi amor puedo compartir…
más no mi cielo
y aún así…
‘Te cielo’
mi mayor anhelo.

“Cielo” como sinónimo de amor, pero a nuestra manera.

Dijiste que vos en mí encontraste el oro después de navegar por aguas profundas, y yo te digo que sos el costurero que elige una aguja del pajar y le da el privilegio de arreglar su prenda favorita; me elegiste y me diste el privilegio de arreglar, un poquito, tu inmenso corazón. Gracias.

¿Mi próximo destino? Francia, Saint Tropez para ser específicos. ¿Y vos, mi pequeño -gran- cielo?

Aunque pienses que con el tiempo me olvidé de tus manías, entendí la indirecta del perfume así que ahora no solo te mando tu buzo favorito sino también un frasco de tabaco y vainilla para que no me extrañes tanto.

No sé si el hasta pronto
es el saludo adecuado,
pero espero verte al anochecer
en forma de estrella fugaz.
Te cielo, -H."

Sonrió al final, al notar la coincidencia de que la noche anterior había visto una estrella fugaz y Harry, que posiblemente escribió la carta el día anterior, había predicho el futuro. ¿La habría visto él también? La respuesta era sí, pero él no la sabría.