01 de abril

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El vuelo salía a la mañana temprano, pero para Harry era demasiado tarde debido a su notoria ansiedad por estar arriba de un avión, luego de quedarse tres meses en una misma ciudad.

Eran las seis de la mañana cuando el ojiverde se encontraba sentado en la terraza con una taza de café en las manos y su vista posada en el amanecer que comenzaba a asomarse por el horizonte. «ojalá estuviéramos mirando el mismo amanecer. Juntos.» se atrevió a pensar.

Siete y media de la mañana y Harry ya había puesto un pie dentro de su lugar favorito en el mundo, el aeropuerto. El vuelo salía a las ocho así que se encaminó hasta donde se hacía el check-in y, una vez hecho todo, fue a Starbucks en busca de un caramel macchiato para calmar la ansiedad. Los altavoces comenzaron a avisar sobre su vuelo así que tuvo que terminar la bebida de manera rápida, odiaba no disfrutar el café.

Siendo así que, luego de dos horas de un vuelo tranquilo, el rizado ya respiraba aire francés.

Malibú || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora