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Salí al jardín, junto a la rubia odiosa y otro hombre intimidante que poco me molesté en preguntar su nombre. En la piscina se encontraba Alejandro, concentrado dentro del agua que no nos escuchó llegar cerca de él.

-¡Idiota!-lo llamó Miley, y el chico moreno la buscó con la mirada hasta que me vio -ven aquí, ya tengo un nuevo plan.

Alejandro se acercó al borde más cercano a él y salió del agua. Sus músculos se remarcaban aún más y esa mirada color café pareció más seductora que atenta en mí. Cuando se acercó me sonrió y Miley miró hacia arriba.

-Ya bésense- nos dijo.

Yo de inmediato negué.

-Dua, concentrémonos en Dua-pedí.

-Es tan sexy-respondió Miley-eso es lo que sabemos hasta ahora.

-Sí, pero eso no nos da respuestas.

-A mí si...

La miré incrédula.

-Bien, pero tienen que prometerme que no dirán nada, ni en sueños.

Alejandro levantó la mano como promesa y yo asentí.

-Dua planea matar a todos sus "jefes"-hizo la seña de las comillas en el aire- con su magnifico plan malvado, va a "sacrificar" a su amada, sensual e inteligente amante-se señaló así misma-y también a ella-me señaló a mí.

-No hablas en serio.

-Sí, bueno en teoría si nos va a matar-y comenzó a caminar hacia la parte lateral de la residencia, con nosotros detrás de ella.

-Pero...

-Créeme, va a ser divertido.

-No te creo.

Ella se detuvo y me miró.

-Te voy a citar cada palabra que me dijo Dua, "las voy a sacrificar, frente a todos, el viernes en la fuente, confíen en mí".

-¿A qué se refiere con lo último?-preguntó Alejandro.

-No tengo idea, sé lo mismo que tú.

-¿Por qué va a hacer eso?

Miley sonrió y siguió dirigiéndonos hacia la parte lateral.

-Eres tan inocente y tierna, creo que te voy a adoptar...

-Ni de broma.

-...como mascota, evidentemente tienes potencial.

Gruñí y eso a ella pareció divertirle más. Abrió la puerta de madera que daba paso a una gran habitación y cuando ya estuvimos dentro la cerró. Detrás de nosotros ya habían más hombres de los que recordaba. Y de una puerta que no había notado salió una mujer con una caja.

-Ya saben qué hacer-dijo Miley y dos hombres me detuvieron.

Alejandro intentó acercarse y también lo detuvieron.

Miley abrió la pequeña caja y sacó varios recipientes negros, brillantes y extraños.

-Uno para tí, una para mí-me dijo.

-¿Qué es eso?

-Abre la boca-me ordenó.

Yo negué y ella se acercó para obligarme a abrir la boca. La forma en la que me sostuvo y me miró me dejó quieta.

-Esto va a ser nuestra salvación...te hará dormir el tiempo suficiente para hacerles creer que estamos muertas.

Me sostuvo un momento más antes de vaciar el líquido amargo entre mis labios.

No sentí nada extraño.

La miré beber del recipiente que dijo ser para ella. Alejandro me preguntó si estaba bien.

-Yo también estoy bien, hermanito, gracias por preguntar-respondió Miley.

-¿Cuánto tarda en hacer efecto?-pregunté.

-Esperen, ¿cuándo es viernes?-Alejandro intentó recordar mientras la rubia sonreía más.

-Es hoy, en la noche ya estaremos listas.


try me › dua lipaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora