Y él era lo único que rondaba por mi cabeza, ni siquiera podía dejar de pensar en esa tarde y en la manera que nos miramos.
<< Emeric >>
Su maldito nombre no quería salir de mi mente y era un constante pensar. ¿Qué iba hacer?
—¡Lista! —exclamo la mujer que hacía años arreglaba mi cabello— señorita Elise quedo como una hermosa princesa.
Me mire al espejo y me veía divina, me dirigí hacia mi closet y busque el vestido.
No me sentía allí y me di cuenta al momento de prender mis zapatos. Mi mente estaba en otro sitio.
Al salir de mi cuarto oía las voces de la primera planta de la casa. La suave música clásica que se percibía mezclado de los murmullos.
Me pare al pie de la escalera observando a todas las personas de alta clase con sus familias, la mayoría allí eran socios y amigos de mis padres.
Baje las escaleras encontrándome con mi padre al final de las escaleras.
—Mi Eli estas preciosa —dijo mirándome con una sonrisa.
Mamá apareció también mirándome de arriba abajo.
Papa y yo caminamos hasta donde se encontraba el piano, mis ojos se abrieron como platos al ver a Julien era la persona que estaba tocando melodías.
—Feliz cumpleaños Elise —dijo el mirándome a los ojos sin dejar de tocar.
—Gracias Julien —respondí con una gran sonrisa.
Me gire mirando a los invitados, la música se detuvo, mis ojos llegaron a donde estaba mi madre junto a Natacha y Olivier.
En otro rincón estaban mis abuelos y los abuelos de Emeric, pero a este último no lo divisaba por ningún lado.
—Antes que nada quiero desearle un feliz cumpleaños a la princesa de esta casa mi hermosa hija —todos empezaron a aplaudir— también agradecerles a todos ustedes por estar aquí en este día tan especial... ya que como sabrán mi futura heredera estará a cargo de mi empresa junto con Emeric ¿Dónde estás muchacho?
Mi padre recorrió con su mirada al público hasta que entre ellos el apareció con un hermoso traje negro pero sin corbata y los primeros botones de su camisa desabrochados.
—¡Ven aquí hijo! —indico mi padre a lo que el trataba de disimular podía ver su nerviosismo y lo avergonzado que se estaba sintiendo.
Me reí por su cara que de repente sus mejillas habían tomado color.
El al verme me sonrío y fue cuando nuestras miradas se conectaron.
Camino quedando a mi lado y papa sin dejar de sonreír levanto la copa de champagne.
—Me sorprende ver que viniste de traje —dije mirándolo a él como si estuviésemos solos.
El soltó una risita y me miro a los ojos, las cosquillas en mi vientre aparecieron.
—Dije que seriamos libres... algún día —me reí ante su comentario.
Y de repente todos empezaron a aplaudir, los dos salimos de nuestra burbuja y miramos hacia los invitados.
—¡Ya bésense! —exclamaron en un rincón donde justamente estaban compañeros de la preparatoria.
Los adultos comenzaron a reír y papa se alejó dejándonos a los dos solos.
—Viva esta futura pareja que estará a cargo de una de las empresas mas importante de la industria —comento el tío Octavis.
El tío Octavis era hermano de Olivier el padre de Emeric, el era un sujeto no muy agradable y que no teníamos buenos recuerdos de ese señor.
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Confía en Mí
RomanceDos hijos de unos importantes empresarios están obligados a casarse, pero Elise Fontaine no está dispuesta a casarse con alguien que no se lleva bien, pero hará lo posible para poder acercarse a Emeric Fortier. ¿El lograra enamorase de ella?