No podía concentrarme en lo que estaba haciendo.
—¿Para qué quieres hacer esos amuletos? —pregunto Marion que estaba de pie ya vestida con su pijama.
—Trato de concentrarme en esto... —dije pasando el pincel en el borde del amuleto.
—Hubieras comprado y listo —comento Lilian que seguía mirando su teléfono.
—¡No! —exclame poniéndome de pie dejando el amuleto a un lado.
Sali hacia mi balcón mirando hacia la casa del frente.
Aún seguía pensando en lo ocurrido aquel dia, incluso había apagado mi teléfono porque no quería recibir mensajes de nadie.
—¿Estas asi por lo que ocurrió con Bastien? —pregunto Marion apareciendo a mi lado.
—Si... —ella soltó una pequeña risa— no es gracioso... Emeric me importa y si el ve eso.
—¿Qué? —Marion me tomo de los hombros— ¿Cuál es el problema? El te trato como cualquier cosa tu misma lo dijiste.
Mordí mi labio inferior y mis ojos se llenaron de lágrimas, sentía la culpa salir desde mi alma.
Para mi ya no era lo mismo el significaba más en mi vida y eso me estaba destruyendo.
—Es que lo amo mucho —rompí en llanto y ella me abrazo.
Lo amaba y eso era algo que me estaba lastimando. Mi primera vez había sido con el y me trato luego como una desconocida.
Dolía solo recordar como me trato al día siguiente.
—Oh Elise... —Lilian apareció limpiando mis lágrimas.
—Ya no se qué más hacer —dije ahora sin parar de llorar.
Las tres entramos al cuarto y me senté sobre la cama con mis amigas a cada lado.
—Todo se dará con el tiempo Emeric es tan misterioso y quizás no tenga en claro lo que siente —dijo Lilian.
—Es que no lo entienden... quise ser la mejor para el y me duele —tome aire tratando de calmarme— solo pensar que podría ir a acostarse con esa perra.
Marion se arrodillo en frente mío apoyando sus manos sobre mis rodillas.
—¿Crees que esa perra es mejor que tu? ¿Sabes que el imbécil de Emeric se volvió loco al no saber con quién estabas? —mire a Marion a los ojos sin poder creer lo que decía.
—¿Y no podías haberlo dicho antes? —dijo Lilian pasando uno de sus brazos por mis hombros— mira a la pobre Elise.
—De todas formas estuve pensando en algo —ella sonrió maliciosamente— le haremos probar de su propia medicina.
—¿A que te refieres? —pregunte sin entender a que se refería Marion.
—Hay dos formas para que Emeric sepa que no te tiene en la palma de su mano y eso es demostrarle que estas bien sin el —Marion miro a Lilian— ¡Tu y yo haremos magia!
Mire a mis dos amigas que se sonrieron.
La noche paso y la mañana llego, y por fin entendía a que se referían con demostrarle "una perra empoderada" según las palabras de Marion.
Volví a mirarme al espejo la falda de color gris y la chaquetilla azul, los zapatos y las medias blancas.
—Levántatela un poco mas —dijo Lilian que me miraba de lejos— el maquillaje perfecto.
—Nunca te vi de cabello liso —comento Marion que sonreía orgullosa— ahora nadie te comparara... solo hablaran de ti.
Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras, la camioneta nos esperaba afuera con Stuart de chofer.
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Confía en Mí
RomanceDos hijos de unos importantes empresarios están obligados a casarse, pero Elise Fontaine no está dispuesta a casarse con alguien que no se lleva bien, pero hará lo posible para poder acercarse a Emeric Fortier. ¿El lograra enamorase de ella?