Agarre el alto de papeles y los dejes sobre la pequeña mesa al lado del escritorio de mi padre.
—Me di cuenta de algo... —tomé la revista de moda que estaba a un lado— me gusta la moda y siempre fui creativa aunque la abuela no me dejaba hacerme ropa.
—Pff eso es absurdo —el también estaba leyendo uno de los libros de ciencia— nanotecnología cambiaria muchas cosas.
—¡Oye no me estas escuchando! —dije dejando la revista a un lado.
—¿Estas guiándote por tus hobbies? —el me miro por encima del libro— tu amiga la loca quiere ser doctora... al menos se su nombre completo para no arriesgar mi vida.
—¡Emeric! No seas asi —me levante y me acerque a la ventana— ella al menos tiene algo en mente y está decidida.
El apareció a mi lado mirando también los edificios que podían apreciarse.
—Encontraras algo es cuestión de buscar... —lo miré y fruncí el ceño.
—Quedan cuatro meses para que termine este año y luego será el último... —el apoyo sus manos sobre mis hombros.
—No hay que apresurarse... —él fue interrumpido por la puerta.
Mi padre apareció y nos miró con una sonrisa. Pero sabía que ese rostro ocultaba muchas cosas.
—Acompáñenme —los dos asentimos y seguimos a papa.
Sin bajar de piso nos dirigimos a la oficina que se encontraba al lado de la de mi padre.
—Gerald mi hija y Emeric —nos presentó papa.
El señor se dio la vuelta y nos miró a los dos con una gran sonrisa. Enseguida su rostro vino de mis recuerdos.
—¡Oh Dios santo! ¡Que grandes! —exclamó Gerald.
Me acerque a él y lo abrace, el se había ido hacia tres años a la otra empresa que tenían nuestros padres fueras del país. Gerald era la mano derecha, aparte de Fortier, de mi padre.
—¡Mi joven y princesa Elise! —el tomo una de mis manos y abrió su boca sorprendido— ¿Emeric? ¡Todo un hombre!
Emeric también tenía aprecio por Gerald asi que no tardo en acercarse y abrazarlo.
—No puedo creer lo mucho que han crecido —el simulaba quitarse las lágrimas.
—¿Qué haces aquí? —pregunte sin dejar de sonreír.
—Tu padre me llamo y necesitaba una mano aquí —dijo el compartiendo una rápida mirada con mi padre.
Mi intuición presentía que esos dos hombres ocultaban algo.
—¡Asi que mi joven Elise serás la primera mujer en liderar la empresa! Aunque llevaras el apellido de los Fortier —dijo el no muy contento mirando a Emeric.
Emeric trataba de mantener la simpatía solo por Gerald que siempre había sido muy buen amigo de nuestros padres y prácticamente había estado presente en toda nuestra vida.
—Los dejare a solas... —papa se despidió dejándonos a solas con Gerald.
—Ahora si cuéntenme mis pequeños... me enteré de la noticia —dijo ya no tan emocionado— para nada estuve de acuerdo con esa decisión los números se pueden arreglar con otras estrategias.
—No volvieron a tocar ese tema —dije mirando a Gerald.
—Ni siquiera nos preguntaron si queríamos seguir en este maldito negocio —dijo Emeric con molestia.
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Confía en Mí
RomanceDos hijos de unos importantes empresarios están obligados a casarse, pero Elise Fontaine no está dispuesta a casarse con alguien que no se lleva bien, pero hará lo posible para poder acercarse a Emeric Fortier. ¿El lograra enamorase de ella?