Tome mi bolso de mano que me extendió mama que tenía una sonrisa en su rostro.
—Los extrañaremos —dijo mama apoyando una de sus manos sobre mi mejilla.
—Serán cuatro días —dije sonriendo.
Su teléfono sonó y ella se apartó para responder, mire hacia donde miraba Natacha, Emeric se acercaba a nosotras con sus lentes y su look que lo hacía lucir más atractivo de lo que era.
<< Concéntrate Elise >>
—Tengan cuidado pienso que Sabine tenía razón con enviar con ustedes a Stuart —dijo ella sonriendo con timidez.
Emeric soltó un suspiro y metió las manos en sus bolsillos.
—No nos sucederá nada en un patético viaje escolar —dijo el con desgano.
Mama se volvió a nosotros y su rostro había cambiado, ahora lucia más nerviosa y preocupada.
—¿Sucede algo mama? —mama miro a Natacha y luego a mi negando con su cabeza.
—Hola Señora Fontaine —saludo Marion— señora Fortier.
—Sabine y Natacha —saludo Lilian también que estaba demasiado sonriente.
—Queridas —saludo mama— bueno es mejor que suban tengan cuidado.
Mis amigas asintieron y subieron primero al autobús.
—Emeric cuida a mi hija —dijo mama mirando a Emeric.
El asintió sonriendo débilmente.
—¡Pensé que no subirían más! —exclamo Alban que estaba sentado en los primeros asientos.
Detrás del asiento de Alban estaba Simon también mirándonos sonrientes. A nosotros nos había tocado los primeros asientos que eran los más cómodos.
Mas atrás se encontraban los chicos del equipo que ya venían acompañados de música, y del otro lado del pasillo los profesores.
Que para mantener su privacidad unas cortinas los separaban del resto.
—¡Fortier! ¡Te reservamos un asiento! —exclamo Marius uno de los del equipo.
Lilian se sentó junto a Simon, y Marion al lado de Alban. Solo quedaban dos asientos vacíos.
Mire a Emeric con una sonrisa ya que no iba a obligarlo a sentarse conmigo. Sabía que existía la posibilidad que se fuera con ellos.
—Ya tengo un asiento —dijo el dando la vuelta.
Él se sentó a mi lado en el asiento vacío. Todos empezaron a silbar y algunos que otros aplausos.
—¡Lo perdimos! ¡Lo perdimos! —exclamaron del fondo entre risas.
Sentí mis mejillas encenderse, miré hacia la ventana y como el autobús se alejaba de la estación.
—¿Quieres que guarde tu bolso aquí? —dijo Emeric que señalaba el sitio arriba de nuestras cabezas.
Por un momento me perdí en su belleza y esa camiseta que hacía resaltar más los músculos de sus brazos y pecho.
<< Deja de babear Elise >>
Parpadeé varias veces y extendí mi bolso a Emeric que sonrió disimuladamente. Se había percatado de mi momento de desconexión con la realidad.
El acomodo el bolso y tomo asiento reclinando un poco hacia atrás.
—¡Oye! —exclamo Alban.
—Muévete imbécil que quiero descansar —respondió el sin mucha importancia.

ESTÁS LEYENDO
Confía en Mí
RomantikaDos hijos de unos importantes empresarios están obligados a casarse, pero Elise Fontaine no está dispuesta a casarse con alguien que no se lleva bien, pero hará lo posible para poder acercarse a Emeric Fortier. ¿El lograra enamorase de ella?