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Sin darme cuenta terminé en un profundo sueño, abrí mis ojos tenía un brazo sobre mí. Observe a Emeric que dormía profundamente se veía tan sereno.

Poco a poco los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente.

Iba a actuar indiferente al despertarse y otra vez yo terminaría llorando.

Con cuidado aparte su brazo para sentarme en la cama.

<< Emeric amaneció a mi lado >>

Debía irme y debía hacerlo antes que despertara. Si, iba a huir como casi siempre lo hacía.

Tomé mis prendas que estaban dispersas en el suelo y empecé a vestirme.

Por más que en lo más profundo no quería irme debía seguir a mi mente.

—¿Qué haces? —pregunto Emeric haciéndome sobresaltar.

Estaba a centímetros de abrir la puerta, cerré mis ojos tratando de pensar una buena respuesta pero nada.

—Elise —volvió a decir con su voz ronca.

No quería ni siquiera mirarlo porque probablemente volvería a caer.

—Tengo que irme —dije sacándole el seguro a la puerta.

—Espera... —el se puso de pie y se colocó sus pantalones.

<<No lo escuches >>

—Lo siento Emeric —abrí la puerta y Sali caminando rápido.

La casa estaba vacía ni un ruido y mucho menos los empleados.

—¡Espera Elise! —exclamo el a mis espaldas.

Repetía en mi cabeza "no te voltees", y mi objetivo era llegar a mi casa que solo estaba cruzando la calle.

Abrí la puerta con la luz del sol chocando directo a mi rostro. Ni siquiera me había molestado en colocarme los zapatos.

Rodee mi casa para poder entrar por la cocina que a esa hora Tolly entraba por allí.

—¡Elise! —Emeric me venía siguiendo.

Entre por la puerta de la cocina, pero me detuve.

—Elise maldita sea —me voltee mirando a Emeric y cubrí su boca.

—Sh no hables —murmure señalando hacia la dirección donde provenían las voces.

Emeric frunció el ceño y yo aparte mi mano, lo tome del brazo y lo obligue a que se inclinara detrás de la isla.

¿Por qué carajos estaba sin camiseta?

<<Eres muy sexy>>

Debía controlar mis pensamientos porque no era el momento adecuado para babear por Emeric.

—No saben que anoche me Sali de la casa —dije en voz baja mirando a Emeric.

—Ya lo sé ¿Qué pensabas cuando casi te matas? —levanté una ceja confundida— te vi desde mi ventana.

¡Me había estado observando! Sentí mis mejillas enrojecerse.

<<¡Concéntrate Elise!>>

—¿Qué haces? —dijo el al ver que yo gatee hasta el otro lado de la cocina.

—¿Qué haremos en un año? ¡Estamos esperando suficiente! —exclamaron.

—Nosotros podemos autorizarlos a casarlos.

Mi sonrisa se desvaneció al oír eso y no era la única, Emeric estaba a mi lado también con el ceño fruncido.

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