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Tome mi bolso de mano y me mire una vez más en el espejo.

El traje de baño que había elegido era de color lila y el kimono que iba encima.

—¿Lista? —pregunto Marion que llevaba una malla que le hacía lucir su abdomen.

—Lista —dije con una sonrisa y Sali de mi cuarto.

Lilian ya esperaba afuera junto a los demás. Salimos de la cabaña y mire a Emeric que llevaba su mochila de diseñador.

Los dos nos miramos a los ojos y el me miro de arriba abajo.

—Deberíamos haber aceptado la propuesta de Sabine —dijo el caminando a mi lado.

—¿Cuál? —pregunte confusa mirando como sonreía.

—Stuart no es mala compañía —dijo el haciendo referencia al guardaespaldas.

Solté una risita al ver que Emeric estaba actuando como siempre había querido.

Por mi mente seguía rondando aquella idea que había aparecido y que solo le estaba dando muchas vueltas al asunto.

Los rayos de sol cruzaban por entre las hojas de los árboles y la humedad que acompañaba.

Era el clima ideal para querer refrescarse.

—¡Si no fuese por esa maldita cascada juro que me hubiese quedado! —exclamo Marion con su dramatismo característico.

Lilian iba a metros de mi al lado de Simon no se veía feliz.

Luego de lo sucedido por la noche ella y yo no volvimos a cruzar palabras.

—Oh no creo que olvide el bronceador —dijo Lilian deteniéndose y mirando adentro de su bolso.

—¿Bronceador? Pff amiga ¡Debes protegerte del sol! —acoto Marion acomodándose su sombrero.

—No te metas Marion —respondió Lilian que lucía molestia.

La conocía bastante como para saber que cuando estaba mal con una persona se ponía odiosa y trataba mal a todo el mundo.

—Amor si quieres podemos volver —dijo Simon al ver como Lilian había sacado todo de su bolso.

—¡Cállate Simon! —dijo molesta.

Mire a Emeric que miraba seriamente la situación y a Marion que solo se dio la vuelta para seguir a los demás.

Volví a mirar al grupo de chicos que habíamos decidido ir a la cascada y era menos de la mitad del total.

Luego de tanta insistencia los directivos accedieron a darnos el permiso de ir dejando al profesor Martins de encargado que prácticamente parecía ser un alumno más.

Solté un suspiro era en vano que siguiera enojada con ella. Era mi amiga y a veces no íbamos a coincidir en la forma de pensar, pero no era motivo para ignorarnos.

—Yo tengo protector y bronceador Lilian —dije acercándome a ella.

Lilian levanto su cabeza y me miro, gire mi cabeza mirando a Simon y luego a Emeric.

Ellos se alejaron sin decir nada aunque sabía que los dos sabían que estábamos "peleadas".

—No gastare tus cosas —dijo volviendo a guardar sus pertenencias.

—Vamos Lilian —me incline y la mire a los ojos— lo siento no quiero que este día sea incómodo para las dos. Estuve mal en gritarte y enojarme por no pensar igual...

—Lo siento Elise también estuvo mal de mi parte decirte esas cosas —ella se abalanzó sobre mi envolviéndome con sus brazos— eres mi amiga y no debí decirte esas cosas.

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