🍒⃝ Han Jisung se cansó de que su pareja no le haga caso, por lo que buscará a alguien que sí le dé la atención que se merece.
🍒⃝ A Bang Chan le llamó la atención Han Jisung desde que estaban en la escuela. Y ahora aún más porque toda su aten...
La cita ni siquiera había empezado y ya se había arruinado por completo. Al menos eso pensaba Jisung.
Hyunjin volvió a su departamento luego de que Chan llegó de la universidad, dejándolos completamente solos, tenían planeado dar unas vueltas por el centro y comer en algún lugar de por ahí, nada especial, solo una salida casual y mucha platica. Sin embargo apenas abrieron la puerta, listos para irse, la lluvia cayó. Al principio fueron unas simples gotitas, nada por lo que alarmarse pero minutos luego se escuchaban truenos por acá y allá.
Jisung bufó. Tenía ganas de ir a un nuevo local de comida que vendía por lo menos seis tipos distintos de tteokbboki. Ahora debía quedarse en su casa, con frío porque no podía usar la calefacción, luego vendrían unos números de más en la factura y Jisung ni su madre estaban en condiciones de gastar de más, y sin comer tteokbboki con queso.
Bueno, al menos la iba a pasar con Chan. Eso lo aliviaba. No le gustaba pasar las noches de lluvia solo.
No entendía lo que sentía, era algo complicado. Le gustaba Chan, se sentía bien al lado suyo, se sentía bien besarlo, abrazarlo o siquiera mirarlo. Pero tenía miedo, miedo de que pasara otra vez, miedo de que todos a su alrededor sean unos mentirosos y sobre todo tenía miedo de quedarse solo.
—Ji, ¿Te encuentras bien? —preguntó, sentándose a su lado, su rostro mostraba clara preocupación. Había estado sentado en el sillón durante varios minutos sin decir nada, son el ceño fruncido por la angustia.
—Sí, solo… no es nada —se encogió de hombros.
—Puedes decirme cualquier cosa, no me voy a molestar.
—¡De veras, de veras no es nada! Solo que quería ir a un lugar lindo, comer y charlar, no quedarnos en la casa, es todo —Jisung bufó. No era el punto clave de su disconformidad, claro, pero era lo que más le molestaba en esos momentos.
Chan tomó a Jisung por los hombros, casi abrazándolo, y sonrió.
—Podemos salir algún otro día, no tiene porqué ser hoy, no te preocupes.
Chan besó su sien, acariciando su hombro con dulzura, Jisung suspiró y cerró los ojos, sintiéndose algo aliviado, no únicamente por las palabras de Chan sino porque era él el que las decía. Sintiendo algo en su pecho, algo que se estrujaba, algo que lo hacía querer quedarse de esa manera por horas.
—Chan —llamó, un sonidito salió de su boca, haciéndole saber que estaba escuchando—. ¿Por qué te gusto?
El chico pareció dar un pequeño salto con aquella pregunta. No recordaba haberle dicho en ningún momento aquellas palabras… Jisung lo miraba indescifrable, no parecía estar triste, pero sí confundido y asustado, no por la respuesta, sino por la pregunta que acababa de hacer.
—Bueno… porque eres tú. —Chan le sonrió—. Me gustas porque eres Han Jisung, me gusta… cuando hablas de las cosas que te gustan, me gustan tus mejillas, me gusta tu sonrisa, tu lunar, tus ojos… me gusta tu entusiasmo, tu risa, me gusta que me interrumpas cuando hablamos porque quieres adivinar lo que voy a decir… me gustas tú, Jisung.
—¿Y… qué hay de mi cuerpo? —soltó esa pregunta casi como un susurro, como si en realidad no quisiera saber la respuesta.
Hubo un pequeño silencio en medio de esa pregunta, Chan lo observó con calma y tomó su mano.
—¿Eso es importante?
—Para mi lo es… —pronunció aquellas palabras frunciendo el ceño apenas un poco, no estaba enojado, sin embargo, pensar en eso le generaba una sensación horrible dentro del cuerpo, que le recordaba a…— Minho se esforzaba tan poco las pocas veces que teníamos intimidad que pensaba que el problema era mi cuerpo y por eso ya no era como antes… y, claro, el hecho de que me estaba engañando no ayudó para nada.
Chan observó en silencio a Jisung por un segundo y suspiró, lo tomó de ambas manos e hizo que lo viera a los ojos. Le sonrió, tenía muchas ganas de decirle millones de cosas hermosas para que no pensara en eso y en ese idiota, pero se dedicó a responder su pregunta.
—Me encantas, Ji. Todo de ti me parece precioso, todo tú es hermoso, no entiendo nada de lo que Minho hizo o porqué lo hizo cuando eres alguien realmente precioso, me encanta estar contigo, me encantas tú. —Jisung no dijo nada más, lo vió con ojos bien abiertos y muchas cosas para decir, aunque apenas abrió la boca fue interrumpido por Chan—. No tienes que responderme ahora, no es necesario, puedes incluso no responder si así lo quieres. Vamos a preparar algo para comer. ¿Habías dicho que querías tteokbokki, verdad?
—Gracias, Chan.
—De nada, lindo.
En cuanto Jisung le indicó que ya se sentía mejor, y darle las gracias nuevamente, fue de camino a preparar el tteokbokki con queso que le había dicho quería comer. Se sentó con más comodidad en el sillón, prendiendo la tele, sintiéndose a gusto.
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