🍒⃝ Han Jisung se cansó de que su pareja no le haga caso, por lo que buscará a alguien que sí le dé la atención que se merece.
🍒⃝ A Bang Chan le llamó la atención Han Jisung desde que estaban en la escuela. Y ahora aún más porque toda su aten...
Dejó el cóctel sobre la barra al igual que el mayor y contestó, dudando de lo que estaba diciendo. Sus ojos estaban mirando a un punto fijo en quien sabe dónde, pero no lo miraba a él.
—Algo así —Chan lo miró curioso—. Quiero decir... eso creo... nosotros estamos saliendo desde hace unos años, a pesar de eso no quiere que me mude a su departamento y ahora... no lo sé.
—¿Qué es lo que te molesta?
Jisung pareció pensarlo.
—Supongo que no recibir la misma atención que le da a su estúpido trabajo. —Abrió los ojos y sacudió un poco sus manos luego de haber dicho tal cosa—. No digo que el trabajo de Minho sea estúpido, la arquitectura es complicada, quiero decir que si me diera la misma atención que le da a sus hermosos planos, ahora mismo yo no estaría aquí quejándome.
"Y yo no estaría viendo una oportunidad" pensó Chan. Aunque sabía que arrebatarle el novio a alguien estaba mal... ¿Cuántas veces lo había hecho antes? Esta no sería una más, sino la definitiva. O eso siempre pensó. "¿Así que Minho, eh?".
—Entonces... —dijo, removiendo un poco su vaso, ya casi vacío. Chan miró de reojo a Jisung—, dices que no estás recibiendo la suficiente atención de tu pareja, ¿Verdad?
—Sí —contestó, ya levemente apoyado sobre la barra.
—¿Me prestarías tu celular? —soltó de repente, extendiendo su mano, lo que hizo que Jisung también saltara de la sorpresa—. No voy a robarte ni hacer nada estúpido, lo juro.
—Está bien.
No sabía porqué, pero le entregó su celular a aquel casi desconocido. Observó como movía con rapidez sus dedos, ¿Estaría escribiendo? La mirada seria de Chan hacia el móvil hizo que Jisung sonriera inconscientemente.
—Aquí tienes. —El rubio le devolvió el aparato y con lentitud se bajó de su asiento, acercándose al oído del menor—. Si tu novio sigue comportándose como idiota... puedes llamarme, y tal vez pueda darte la atención que necesitas.
Jisung se quedó estático. Gran parte de él quería moverse en ese instante e irse con aquel rubio, pero la otra se negaba completamente. No podía hacerle eso a Minho.
—Eso no suena a algo que diría un psicólogo a su paciente. —Atinó a decir, mientras soltaba una pequeña risa. Observó la pequeña pantalla. Había agendado su número de celular.
—Aún no soy psicólogo —sonrió ladino, causando un millón de sensaciones dentro de él que no quería sacar a la luz—. Nos vemos, Jisung.
El rubio se acercó una vez más al castaño y depósito un beso sobre su mejilla, tomando desprevenido al aludido, quien no podía creer lo que estaba pasando. El corazón de Jisung seguía palpitando fuerte, aún cuando el atractivo joven de rubios cabellos salió de aquel lugar.
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