🍒⃝ Han Jisung se cansó de que su pareja no le haga caso, por lo que buscará a alguien que sí le dé la atención que se merece.
🍒⃝ A Bang Chan le llamó la atención Han Jisung desde que estaban en la escuela. Y ahora aún más porque toda su aten...
Jisung no tenía idea de cómo, porqué ni en qué momento terminó en la cama de aquel tipo, desnudo y siendo abrazado por lo que parecía ser el hombre más guapo que había visto en toda su vida.
El rubio parecía dormir plácidamente y de alguna manera, evitó el impulso de dejar otro beso sobre sus labios. Jisung salió de allí con lentitud, destapó las sábanas, sintiéndose indefenso y se estiró hasta alcanzar su ropa interior, la cual estaba a un lado de la cama.
—¿No estarás por irte a las escondidas, verdad? —La voz ronca del mayor lo tomó por sorpresa, asustándolo.
Jisung miró hacia atrás, el rubio lo estaba observando con una pequeña sonrisa y pudo deducir que estaba despierto por lo menos unos minutos antes de que él lo haga.
—Eh... —El castaño intentó buscar una excusa por todos lados pero no pudo encontrarla, ¿Qué iba a decirle? ¿Que Minho lo estaría esperando?
Chan tomó toda esa situación con algo de gracia, porque seguro sabía que eso ocurriría. Parecía conocerlo desde hacía mucho tiempo aunque casi nunca hayan cruzado palabra.
—Lo siento, eso fue muy atrevido de mi parte —dijo, incorporándose a la vez que le daba la espalda a Jisung, quien se quedó embobado viéndola por unos cuantos segundos. El rubio se levantó de la cama y se dirigió al baño, aparentemente sin ninguna prenda.
No debió haberse levantado apenas abrió los ojos. En ese momento Jisung se estaba preguntando qué pasaba por su mente la noche anterior.
El menor tomó sus ropas, las cuales estaban tiradas a un lado de la cama, y se vistió sin prisa. No tenía sentido irse sin siquiera aclarar las cosas con el rubio.
En cuanto se levantó de allí, se dedicó a echarle un vistazo al lugar, ya que al entrar a lo único que le había puesto atención fue al rubio y... bueno... un par de cosas más.
—Yo diría que si te vas a ir tan temprano, por lo menos te des una ducha y desayunes. —Escuchó a lo lejos.
Chan había salido del baño y fue directamente al cuarto a cambiarse, por lo que no esperó encontrarse con el castaño contemplando, aún, su habitación. La cual, era grande.
—Oh, está bien.
Claro que no quiso ver, una vez más, la espalda del rubio, sin embargo sus músculos parecían no conectarse al sentido común y lo hicieron con la parte impulsiva de él. Y fue ahí cuando escuchó una sutil risa de parte del mayor, aunque éste no dijo nada.
En cuanto el mayor estuvo vestido, se dirigió a él.
—Pero no tengo ropa.
Chan lo miró con confusión y algo divertido a la vez.
—No pensarás ponerte alguna de las mías ¿verdad? Es decir, serías demasiado obvio.
No lo dijo, pero por supuesto que quería.
—Claro... —respondió, con algo de pena.
Jisung hizo lo que le dijo el mayor y luego de darse una corta ducha, desayunó con él. Se quedó en su casa por lo menos una hora y media desde que se había despertado.
Chan le había aclarado que sabía lo que estaba pasando por su mente y que no iba a presionarlo, tampoco hablar de eso con nadie ni siquiera mencionarlo entre ellos si es que así lo quería, y Jisung aceptó.
Ese día el castaño llegó a su casa a las doce del mediodía, recibiendo algunos mensajes de parte de su madre, porque Minho quería saber donde estaba y la contactó a ella, a lo que él respondió que le dijera que estuvo todo el día allí.
Aunque eso no era cierto.
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