🍒⃝ Han Jisung se cansó de que su pareja no le haga caso, por lo que buscará a alguien que sí le dé la atención que se merece.
🍒⃝ A Bang Chan le llamó la atención Han Jisung desde que estaban en la escuela. Y ahora aún más porque toda su aten...
La mirada se Chan se suavizó, y mientras acariciaba los suaves cabellos del pelinegro, pensaba en las palabras que iba a decir.
—Aún no puedo decírtelo. Porque quiero que me respondas con total sinceridad cuando lo haga, y no quiero que Minho esté en medio, lastimándote.
Jisung sonrió ante esas palabras y sintió algo en su pecho.
—Entiendo... —Relamió sus labios, para luego ver al mayor con una pequeña sonrisa—. Pon tu mano en mi cintura —soltó de la nada, luego de una pequeña pausa.
—¿Cómo dices?
—Pon... tu mano en mi cintura.
Chan hizo lo que el menor le dijo y éste quitó su rostro de su cuello para dejarlo frente al suyo, así pudiendo verlo a los ojos.
—¿Tú por qué estás haciendo esto?
El menor soltó una sonrisa.
—Te dije que no hago las cosas porque sí... sabes, aunque no hubieras pedido que nos veamos, iba a venir de todas formas. —Chan hizo una mueca confusa—. Eres, básicamente, la única persona que no me ha mentido, entiendo lo de Hyunjin y no estoy enojado con él, y entiendo que no quieras contarme algunas cosas porque es tu vida y apenas nos conocimos hace exactamente dos semanas, pero...
—¿Pero...?
Jisung juntó sus frentes y cerró sus ojos. No sabía si estaba bien lo que estaba haciendo, pero necesitaba decirle lo que sentía a Chan. Aún así si él no lo sentía igual de fuerte.
—Pero me siento bien estando contigo, me siento mejor...
—¿Qué quieres decir?
Ambos susurraban cada palabra que salía de sus bocas, no era necesario elevar la voz porque estaban lo suficientemente cerca del otro hasta el punto de escuchar sus latidos.
—No es como con Minho —explicó, pausando sus palabras y buscando la mano contraria para entrelazar sus dedos delicadamente—. Estando contigo me siento feliz, vivo... me siento... querido.
Los labios de Chan chocaron con los suyos de una manera muy dulce y por unos segundos ambos movían sus bocas sobre la del otro esperando que el sentimiento no fuera pasajero.
—Hazme marcas en el cuello... —susurró, provocando que Chan lo viera con confusión durante un instante—. Por favor...
Aunque mucho no pudo hacer, porque la voz de Jisung y su cuello parecían pedirlo a gritos, a pesar de que estuviera murmurando aquellas palabras.
Y mientras el castaño besaba lentamente y con amabilidad el cuello del moreno, pequeños suspiros salían de su boca, logrando hacer que Chan deseara quedarse así todo el tiempo del mundo. Sin darse cuenta que el celular del pelinegro estaba sonando en la sala principal, siendo ya la cuarta llamada perdida de su novio.
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