🍒⃝ Han Jisung se cansó de que su pareja no le haga caso, por lo que buscará a alguien que sí le dé la atención que se merece.
🍒⃝ A Bang Chan le llamó la atención Han Jisung desde que estaban en la escuela. Y ahora aún más porque toda su aten...
—¿Seguro que no quieres que llamar a la policía? —preguntó Chan con preocupación luego de aquel incidente. Era lo más probable que Minho supiera dónde vivía Jisung y no quería que lo peor pudiera pasar. Sumado a que su madre se había ido por unas semanas de vacaciones e igualmente Jisung no quería envolverla en eso.
—No. Si pasa de nuevo lo haré pero... no ahora, estoy demasiado cansado, solo quiero dormir.
Chan se mantenía de rodillas a la cama de Jisung, mientras éste se encontraba sentado sobre ella, aunque tapado. El ambiente estaba pesado, no se sentía para nada bien y aún así Chan insistió en quedarse allí junto a Jisung y vigilar que nada raro pasara.
—Está bien —murmuró, asintiendo a su voluntad y se incorporó para darle un pequeño beso en sus labios—. Buenas noches.
No podía evitar pensar que lo peor pasaría, siempre era así con lo que más te importaba en el mundo. Y así era con Jisung, lo quería demasiado, lo quería tanto que temía lo peor de las peores cosas que podrían pasarle. Con una sonrisa le levantó de su lugar para ir a la sala de estar y dormir en el sillón, con suerte lograría conciliar el sueño luego de lo que había sucedido esa mañana. Claro que no pudo moverse ni dos pasos ya que Jisung estaba jalando de su manga.
—¿No vas a dormir aquí?
—Yo... creí que podría incomodarte.
Dios, si es que este tipo era tan lindo con él, no podía ni creer que fuera real. Lo agarró de las manos y lo acercó a él para que se acostara a su lado, cosa que hizo, y lo abrazó. Necesitaba un abrazo más que nada en el mundo, y mejor si era de él, porque era tan cálido que incluso apostaba que en el día más frío lo mantendría calentito.
Los minutos pasaban y ninguno de los dos parecía querer dormirse, querían disfrutar su compañía.
Le gustaba Jisung, lo amaba, quería besarlo, abrazarlo, tocarlo y dejar que él le hiciera lo mismo. Sintió como reposó su rostro entre su cuello y comenzó a dejar pequeños besos, él le acariciaba suavemente la cabeza. Sentía que estaba ardiendo, que quemaba. Se sentía tan bien.
Chan pasó las caricias de sus cabellos hacía su oreja y la parte baja de su nuca, haciendo pequeños circulos o rascándole de manera suave. Le daba un cosquilleo tanto extraño, no le daba particularmente cosquillas pero le daba pequeños escalofríos.
El pelinegro dió empujoncitos con su pelvis hacía Chan, quien acercó su muslo suavemente a su entrepierna, y Jisung empezó a frotarse contra ella. Oh, madre santa. Este apartó un poco su cabeza del cuello del mayor buscando su mano y la llevó hasta el bulto que tenía en el pantalón.
—Tócame —Chan lo observó, observó sus ojos, nariz, mejillas, labios y volvió a sus ojos—. Por favor.
No podía estar haciéndole eso, se veía tan... tan lindo, tan precioso, tan bello, era... indescriptible lo magnífico que era.
Besó su frente, frotando su mano contra su entrepierna, sintiendo como poco a poco el bulto se hacía más grande. Jisung jadeaba, besando o lamiendo ocasionalmente el cuello del más alto. Segundos después la mano de Chan ya había tomado completamente el pene de Jisung, y lo tocaba como a él le gustaba, como él le había dicho que tenía que hacerlo.
La voz del moreno chocaba desesperadamente contra la oreja del castaño, sostenía con una gran firmeza sus hombros, pensando en lo sexy que eran sus clavículas hasta que soltó un gemido que claramente le hizo saber a Chan que había terminado... además de todo el semen que había acabado en su mano.
Creyó que eso era todo e irían a dormir, hasta que lo sintió ir bajo las sábanas, no tuvo tiempo de preguntar qué sucedía hasta que Jisung comenzó a masturbarlo y seguido a eso, meter su pene en su boca.
Ah... eso no estaba en el plan... pero tampoco era como si fuera a quejarse.
Jisung subía y bajaba rápidamente, aunque a veces bajaba la velocidad solo para molestarlo. De las pocas veces que lo había hecho con él podía decir una cosa: le encantaba hacerlo gemir. Se había quedado únicamente con la punta medio metida dentro, jugando un poco, lo lamía y chupaba como si fuera un helado, y sabía que a Chan le gustaba.
Volvió a meterlo en su boca creyendo que Chan le había dicho algo y solo unos cuántos segundos luego, se corrió dentro de su boca... y no tuvo más remedio que tragárselo, porque de ninguna manera iba a seguir ensuciando las sábanas en las que estaba por dormir.
—Agh, que asco —dijo, limpiándose la boca y acomodándose justo al lado de Chan, dejando que lo abrazara nuevamente.
—Lo siento... —le besó la frente y lo tomó de la cintura para acercarlo más a él—. ¿Querías que me quedara para hacerte compañía o solo porque querías chuparme el pene?
—Quería estar contigo... pero estuve muy estresado desde que nos cruzamos a Minho y tu eres tan lindo que simplemente no pude evitarlo —Jisung escondió su cara en su pecho para que no lo viera—. Me gusta cuando me tocas, me hace sentir bien.
—Bien, si usarme de pelota desestresante te hace sentir mejor, entonces... está bien —rió, Jisung también. Le acarició el cabello y se acomodaron para dormir—. Hasta mañana.
—Hasta mañana.
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