62º Inazuma Japón

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Después de haber hablado con Shouta, al de un par de semanas, nos encontrábamos en el avión rumbo a Japón para jugar contra el Inazuma, el equipo donde está mi hermana.

En cuanto hablé con Shouta, tomé la decisión sobre qué hacer. Fue una buena idea haber hablado con él, ya que aunque haya hablado con las chicas, no me han dado ninguna respuesta razonable ni convincente.

No me extraña mucho comprobar que Claude le tiene pánico absoluto a los aviones, aunque en casa me lo negase. La verdad es que este chico hace muchas plantas, pero luego en el fondo no es más que un lerdo.

En cuanto despegamos, me agarra fuertemente del brazo y se esconde entre mis brazos, temblando como un poseso. Sinceramente, no me extraña en absoluto.

Lo que sí me sorprende, y mucho, es comprobar que Byron también le tiene pánico a los aviones. Lo tengo a mi derecha, también pegado al brazo.

A ratos, Claude levanta la cabeza para mirar a Byron con la peor cara posible, a pesar de que todos sepamos ya lo de él y Yuri. Claude sigue pensando que Byron continúa haciendo trampas para sentarse a mi lado hasta en el avión, donde te dan el sitio al azar. Aunque, sinceramente, no pienso muy diferente de Claude. Es un poco extraño todo lo rápido que ha avanzado su relación...

También noto que las chicas se giran a mirarnos de vez en cuando y se ríen descaradamente por la situación. Parecen dos niños pequeños. Y ya, al aterrizar, pegan unos gritos y se revuelven completamente.

Unos flojos, definitivamente.

*******

Llegamos por fin al hotel de Japón, y a las cinco chicas nos dan una misma habitación.

Después de ponernos el pijama, alguien llama a la puerta, y la abren con cautela.

BYRON: Hola, chicas, venimos a haceros una visitilla —dice Byron con alegría terminando de entrar en la habitación.

MIA: Veo que no tienes mala cara, Byron, después del viajecito que me has hecho pasar.

BYRON. ¡Oh! —pone cara de dolido—. Claude ha sido peor que yo, que sepas. No me imagino cómo será el viaje a Viena, más largo aún... ¿ya lo aguantarás?

Me quedo en silencio, y Byron, al notar eso, cambia rápidamente de tema.

BYRON: Hemos traído también a Umi y a Jung —nos mira pícaramente y les hace una señal para que entren- para jugar al rey.

AKARI: No, por dios. Que todas tenemos pareja y faltan dos de ellos -dice con pesadez-. Mejor otro día, tal vez.

BRYCE: Bueno, tampoco haremos nada fuera de lo normal —se encoge de hombros dirigiéndose a ella para sentarse en su cama—. Además, sólo tenemos un par de botellas para nosotros diez.

CHERRY: ¡Pero bueno! ¡Vosotros! Que mañana tenéis partido, no podéis amanecer con resaca —les regaña mientras le quita a Bryce las botellas de la mano. De mientras, Claude se acerca con sigilo a mí y se tumba panchamente en mi cama, mientras apoya la cabeza sobre mis piernas.

MIA: ¿Mejor que antes, Claude? —le pregunto—. Menos mal que no te daban miedo los aviones —le pico.

CLAUDE: Sí, mejor —estira los brazos por encima de la cabeza—. Te dije los aviones, no volar en ellos —me corrige mientras apoya un brazo sobre su frente para que no le dé la luz en los ojos—. Avísame cuando esos terminen de discutir y comencemos con lo del rey.

Asiento y comienzo a tocarle el pelo para entretenerme.

MIA: Bueno, si nadie piensa probar lo de esas botellas, que me las pase, que yo sí quiero saber qué es.

Claude suspira al notar que he abierto la botella y he empezado a beber.

********

CHANGSU: ¡¡Despertad!! ¡Dormilones! —nos despierta de un grito.

Doy un vistazo a mi alrededor y veo el panorama. Umi y Jung se encuentran tirados en el suelo abrazados cada uno a una de las botellas de esta noche. Cherry y Kohaku duermen juntas en una cama, Bryce y Akari faltan, y también Byron y Yuri, probablemente, esos cuatro estén en la misma habitación.

Claude lo tengo al lado mío, dormido plácidamente, abrazado a mí. Así que nosotros hemos sido la pareja pringada que se ha quedado con los desparejados... Típico de cuando estoy con Claude.

******

Todo el equipo está en el campo de fútbol, calentando y acordando tácticas y posiciones. Me llevo la mano al cuello y saco de debajo de la camiseta un collar de bellotas que me había hecho mi hermana de pequeña. Es mi amuleto desde que me separé de ella. Supongo que hasta ahora, se puede decir que me ha traído relativamente suerte.

De repente, veo empezar a entrar al equipo contrario, el Inazuma, y entre la multitud, la veo. Es Aki, sin duda alguna, pero sin su característica melena ondulada. Ya viene vestida con el chandal, y va colocándose el pelo tras las orejas. En cuanto me ve, se le encienden los ojos y se abalanza sobre mí para abrazarme.

AKI: ¡¡Hermana!! —me grita después de que la haya cogido al vuelo. De pequeña le encantaba hacer eso, porque siempre la cogía sin esfuerzo. Ahora que ya es mayor, lo consigo con esfuerzo, pero intento disimularlo. Noto que empieza a moquear y a sollozar un poco—. Te había echado tanto de menos...

MIA: Yo también, Aki. Quería verte. Tanto tiempo lejos del Observatorio... —Aki se separa de mí y se seca las lágrimas con el dorso de la mano—. ¿Cómo es que te han dejado venir? ¿Cómo estaban las cosas en el Observatorio la última vez que estuviste? —Aki se encoge de hombros, no tiene ganas de contestar. Así que suspiro, y se la presento a mi equipo—. Chicos, este es Aki, mi hermano.

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Holaaa;))

Y otro más, de nuevo. Quería cruzar las dos historias de Inazuma Eleven, pero tengo tantas ganas de terminar de publicar esta, que creo que no me dará tiempo para actualizar la otra... Vaya pena.

Pues bueno, muchas gracias por leer y votar y eso^^

Inazuma Eleven - Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora