50º Celos

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Holaaaa^^

Bueno, como ya se acerca el año nuevo, voy a hacer un maratón de capítulos, si es que el tiempo y mi inspiración me lo permite. Espero que os guste, y bueno, ya que estoy, voy a hablar un poco de los propósitos de año nuevo, que es algo típico, que todos tenemos, y que nunca se cumplen¬¬.

1º Dejar de estudiar todo el último día. Estoy en bachiller y no me puedo permitir hacer eso siempre, porque aunque por el momento me vaya bien, no creo que sea lo más adecuado.

2º Aprobar piano con un bueno como mínimo… Este año me voy a poner con música a tope, estoy planteándome hacer la carrera de música.

3º Poner al día todas las historias y no dejarlas abandonaítas por no tener ideas.

4º Leer todas las historias de Wattpad que me interesan, y no dejarlas también sin leer.

5º Si llego a 1000 votos en la historia esta, de MiaxClaude, comenzaré a escribir otra historia de Inazuma Eleven, pero que no tenga nada que ver con las dos que llevo por el momento. 

6º Puede que me plantee traducir esta historia al inglés, a ver qué pasa XD

Bueno, y creo que por el momento esto es todo. Espero que lleve a cabo al menos la mitad de mis propósitos, esperemos…

Hala, ya os dejo con la historia. No os doy más la vara.

Al día siguiente, los padres de Claude me invitan a ir con ellos a una zona de pesca, un río, más bien, para disfrutar del fin de semana. Desde ayer Claude está enfadado conmigo por Shouta. No me preocupa mucho, porque en el fondo Claude es un cacho pan, pero no me gusta que no me hable. Tendré que pedirle perdón, aunque en mi interior mi orgullo me diga que no.

Claude y su padre se alejan por la orilla del río con las cañas para pescar juntos, y yo me quedo, desgraciadamente, con Kahoko, la madre. Tiemblo sólo de pensar en lo que puede pasar entre nosotras.

Veo que comienza a quitarse el vestido de verano que trae consigo, y se queda en bikini.

KAHOKO: Venga, Mia, métete tú también al agua. O al menos, túmbate al sol, con el buen día que hace.

Decido hacerle caso, no vaya a ser que despierte su furia y decida dejarme en bañador a la fuerza. Me mira con insistencia mientras me quito la falda y la camiseta de tirantes, pero no le digo nada, no vaya a ser que cada vez me odie más aún.

KAHOKO: ¿Y esas cicatrices de todo tu cuerpo? —pregunta al fin. No paraba de mirármelas.

MIA: Me las hicieron por Claude, por quererle —no quiero darle más detalles. Pero le voy a dejar bien claro que me he dejado hacer esto por el gilipollas de su hijo, y que es verdad que lo quiero.

KAHOKO: Yo también me hice varias cicatrices por mi marido.

De repente veo un extraño brillo en sus ojos, se están poniendo nostálgica la madre de Claude. Son igualitos cuando se ponen a recordar algo. Ponen la misma cara de circunstancia.

KAHOKO: Mis padres eran médicos, mi padre cirujano plástico, y mi madre, una doctora sin par. Yo también iba a seguir el camino de mis padres, el de la medicina, hasta que conocí a Shiro, mi marido —comienza a explicar. Esto va para rato, así que me siento enfrente de ella para que me cuente su trágica vida—. Su familia no era rica, y él era un alumno de música. A medida que comencé a conocerle, me fue gustando cada vez más la música, hasta que se convirtió en algo parte de mí. Aprendí a tocar el violín y comencé la carrera de música. Más tarde, ingresé en la orquesta de Japón, sin el consentimiento de mi padre. Es muy conservador, y no veía con buenos ojos que estuviese con un joven sin renombre y que ambos fuésemos unos simples músicos, en comparación con la fama que tienen ellos. Me hizo varias heridas cuando intentaba proteger mis intereses —y me enseñó una parte del brazo que tenía una gran cicatriz.

Inazuma Eleven - Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora