3. La demostración

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Nos colocamos todos en el campo de fútbol, después de que Changsu haya explicado al equipo que me van a poner a prueba.

—Dinos, Mia, ¿qué tienes pensado enseñarnos? —pregunta interesado el capitán.

Sonrío en mi interior, esta es la parte en la que más debo destacar y hacer que se fijen en mí. Bueno, en mis habilidades, preferiblemente. Mi belleza es cosa aparte (xD).

—¿Os parece... que juguemos un partido...? Todos vosotros contra mí —propongo intentando parecer muy tímida e insegura.

—Esto me suena a cuando intentaste infiltrarte en el Inazuma, Claude —comenta el anterior capitán del Diamond divertido.

—Sí, a mí también me suena —responde el tulipán de brazos cruzados. No le ha debido de hacer mucha gracia la idea—. Parece que hasta haya venido con la misma idea.

—Vaya a infiltrarse o no, dejemos que lo intente —dice Byron con buena intención—. Igual da tan buenos frutos como cuando tú lo intentaste, Claude. Además, su llegada va a ocasionar muchas mejorías, me lo dicen los dioses —me sonríe. Claude suspira al oír lo que dice Byron—. Mia, si tienes intención de jugar así, al menos acepta empezar tú.

—Bueno... si os empeñáis —le sonrío tímidamente.

Todos se ponen en un su posición y yo me coloco en el centro del campo con el balón bajo un pie, analizando a cada jugador. Changsu alza la mano en señal de que están preparados y comienzo a correr. En ese preciso momento me percato de que no me he cambiado de ropa, y de que voy con el uniforme del instituto. Suspiro. Qué se le va a hacer.

Veo que corren en mi dirección Bryce, Claude y Byron, así que decido comenzar a demostrar lo que valgo. Me paro en el lugar, chuto el balón al cielo, doblo las rodillas, cogiendo impulso y salto rápidamente tras el balón. Veo que Claude me imita, ya que al igual que yo, lo suyo es el juego aéreo; así que cojo el balón entre las piernas y comienzo a caer. Mientras caigo, me coloco en posición de saltar de cabeza y estiro los dos brazos. Caigo al suelo, sobre los brazos, dejo por una milésima de segundo el balón en el suelo y lo vuelvo a coger entre las piernas, para impulsarme otra vez para saltar.

Ahora que estoy de nuevo en el aire, y más cerca de la portería, usaré una supertécnica de remate, para poner en marcha mi táctica.

El portero ve que voy a chutar, así que se prepara a lo lejos.

Chuto el balón con una supertécnica a la que aún no he dado nombre, y la pelota se dirige a gran velocidad a la portería. Mientras todos están distraídos por eso, aprovecho para avanzar por el aire.

El portero salta para parar el balón, pero antes de que pueda hacer algo, la pelota rebota en el palo superior. Todos suspiran con alivio, hasta chuto suavemente la pelota, estando muy cerca de la portería, y la cuelo en ella. Después caigo como flotando al suelo, de pies, y me sacudo un polvo inexistente de las piernas.

—Bueno, creo que ya está demostrado, ¿verdad? —les pregunto con una sonrisa.

Me he obligado a sonreír todo lo que pueda a estos chicos para parecer lo más agradable posible, a parte de que tengo que hablar suave y tímidamente. Si me demuestro agrable y jovial, será todo más fácil.

—Pero si casi no ha tocado el suelo, debería de estar prohibido hacer eso en el fúbtol —dice el amargado pelirrojo todo enfurruñado.

—Admite que dices eso porque te molesta no ser el único con juego aéreo —le comenta Bryce con una sonrisa de oreja a oreja, dándole golpecitos con el codo.

Los jugadores comienzan a acercarse y a juntarse en piña.

—Pff... haced lo que queráis, yo me voy a clase —Claude pone las manos detrás de la cabeza y se da la vuelta.

—¿A dónde vas, atontado? ¡Que hoy sólo son las presentaciones! —le grita Byron.

—Lo sé... no soy tonto. Sólo que mañana el de historia nos va a poner un examen para medir nuestro nivel y no tengo intención de hacer el mismo ridículo que el año pasado.

—Pero si a ti los exámenes te la sudan, admítelo —vuelve a decir Byron.

—Pues este no —y continúa andando sin darse la vuelta.

—Perdona a este idiota de Claude, es un poco orgulloso, pero en el fondo tiene un gran corazón —me dice Changsu para intentar justificar el comportamiento de Claude.

—Claro, yo también fui así hace un tiempo —le comento suavemente y con una sonrisa.

Inazuma Eleven - Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora