29. El secreto

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El entrenamiento de hoy ha sido bastante tranquilo, hemos jugado un partido entre todos, incluyendo a Yuri. Con el tiempo es más habladora, aunque sigue teniendo algún desliz que otro en las relaciones. Ha mejorado mucho siendo portera, y bueno, los chutes... aún tienen mucho camino por delante.

Esta vez me toca formar equipo con Bryce y Changsu, y con Yuri de portera; no tengo ningún problema con que me pasen la pelota.

—Mia, chupas demasiado balón —me grita de repente Claude.

—Habló aquí, el que no se la pasa a sus compañeros —le respondo, ya que no le ha pasado ni una vez la pelota a Byron

—Anda, no vengas ahora con esas... —me responde evitando mi mirada.

En cambio, la relación entre Byron y Claude se ha enfriado un poco. No es algo muy visible, pero sé que Claude sigue molesto por lo de hace dos meses. La verdad, no me hizo mucha gracia lo que pasó, ya que me di un gran susto.

***********

Después del partido, me cambio rápidamente en los vestuarios y la gente se va a casa.

—Eh, Mia, ¿vienes a casa o te quedas? —me pregunta Claude desde lo alto de la campa.

—No, vuelve a casa sin mí —le respondo—. He quedado con Kohaku y Akari para ir a tomar algo.

—Esoo, Claude. Mia se viene con nosotras; tenemos cotilleo de mujeres... —añade Akari.

Narra Claude:

—Eso mismo, las chicas tenemos que hablar —dice Kohaku con una sonrisa claramente malvada.

Las miro enarcando una ceja, la verdad es que me temo lo peor. Sobre todo viniendo de ese par. Espero con todo el alma que no digan nada de lo del papelito a Mia. Ya me he humillado bastante metiendo ese dichoso papel en la caja de mi contrincante y siendo descubierto, como para que todo el curso lo sepa.

Narra Mia:

—Tenemos algo que contarte con mucha urgencia —me dice Kohaku, agarrándome de las manos, en cuanto llegamos a la cafetería y nos sentamos. Como siempre, ellas dos juntas, enfrente de mí.

—Sí, creo que te va a hacer muuucha gracia, Mia —Akari comienza a reírse un poco. Las dos se miran con una sonrisa maligna y ríen.

—Venga, contadme —les invito—, que yo también me quiero reír.

Resulta que esta tarde, después de las clases, han visto a Claude echando una petición en los buzones. Concretamente, en mi buzón.

—Va completamente contra toda lógica. No me esperaba que hiciese eso —comenta Kohaku aún con mis manos entre las suyas.

—Eso lo demuestra todo —ríe Akari maliciosamente.

Aparto las servilletas para dejar sitio a los pasteles y batidos que hemos pedido.

—Aquí tenéis, chicas —nos dice el camarero.

—Gracias —le digo, mientras se aleja.

—Eso quiere decir que te quiere —continúa Akari una vez alejado el camarero, echando miradas alrededor, comprobando que nadie nos mira ni nos oye.

—Es imposible. No... no tiene sentido —sacudo la cabeza y me levanto de un salto—. Ya sabéis cómo es conmigo, habéis tenido que ver algo equivocado. No puede ser. No... no es así.

Salgo con rapidez de la cafetería, dejándolas allí. Me siento confusa, no entiendo nada de lo que está pasando. Todo lo que ha sucedido en este tiempo... Comienzo a recordar todo lo que he vivido junto a él últimamente. La petición de baile, lo cariñoso que estaba cuando estuvo enfermo, lo que me ha dicho sobre que no vaya con nadie al baile... No, espera, eso no ha sido lo que ha dicho. Creo que ha dicho algo como: "Prométeme que no irás con ningún otro chico al baile"... ¿Que no iré con ningún otro chico al baile? ¿Con ningún otro chico más que... él? No entiendo nada, estoy muy confusa.

Corro a casa para intentar calmarme y pensar, cuando en mi camino encuentro a unos hombres jóvenes con un traje extraño, negro. No. No puede ser. Son ellos, han venido a por mí. Los ha enviado el Observatorio. Pero... ¿por qué? ¿Qué ha salido mal? ¿Han cambiado los planes? ¿He hecho acaso algo mal? He cumplido hasta ahora todo lo que me habían ordenado. Todo. He cumplido todas las reglas. Las de siempre, al menos.

Sea lo que sea, no quiero quedarme a comprobarlo. Me doy la vuelta inmediatamente para intentar huir de ellos, pero uno de ellos me agarra del brazo antes de alejarme de ellos. Me zafo de su agarre e intento pegarles una patada. Son unos de los mejores luchadores de ahí arriba, del Observatorio. Si sólo fuese uno, podría manejarme. Pero, incluso ellos me superan tanto en número como en batalla.

**********

—Todo lo que debes hacer es ayudar. Nada más —dice uno de los hombres mientras tira al suelo un cuchillo—. Ayudarlos, para que así los superiores consigan lo que quieren. No mezcles tus sentimientos con tu trabajo. Recuérdalo antes de seguir.

Veo desde el suelo que comienzan a irse.

—No estoy mezclando mis sentimientos —toso—. No es amor, ni cariño, ni nada. Yo no estoy enamorada, ni siento nada por la gente de aquí.

Uno de los hombres se gira para mirarme fijamente a los ojos y se vuelve a dar la vuelta.

—No te mientas, Mia. No seas tan estúpida, demuestra por qué te eligieron a ti —me dice antes de marcharse.

Veo que se marchan al fin. Suspiro y relajo mis músculos unos segundos. Después, me levanto con dificultad del suelo, aunque noto mis brazos sin fuerza, débiles.

No soy muy partidaria de quejarme, pero creo que me han dejado bastante maltrecha. Tengo el cuerpo dolorido y veo que tengo heridas tanto en las piernas como en los brazos. Además, imagino que tendré la cara sucia y pareceré una pordiosera. De hecho, mi pelo... está sucio de sangre y me parece que le han pegado algún corte. De todas formas, es lo que menos me importa. El pelo me da igual.

Estoy sangrando de los brazos, así que para que nadie se percate de lo que me ha pasado, me pongo la chaqueta del uniforme, a pesar de que haga calor, e intento taparme las heridas de las piernas con la falda y las medias. No es nada fácil y estoy segura que tendré un aspecto terrible. Es lo mejor que he sabido hacer.

Comienzo a andar a casa, cruzando los dedos por no encontrarme con nadie. Pero la suerte no está de mi lado y casi me choco con Bryce por el camino.

—Dios mío. ¿Qué te ha pasado, Mia? Pareces una mendiga. Tienes la cara sucia y el pelo horrible —exclama asustado.


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Holaaa^^

¿Qué os ha parecido lo que ha hecho Claude?

¿Ha quedado un poco raro lo que le acaba de pasar a Mia?

Espero que os guste y muchas gracias por leer la historia^^

Inazuma Eleven - Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora