Inazuma Eleven - Amor inesperado

10. Competiciones

No he visto el final de la carrera por culpa de estar discutiendo con Claude, y no me he dado cuenta de que Byron ya estaba junto a nosotros.

—Nada, nada. Una broma entre nosotros —aclaro rápidamente, para que no se piense cosas raras.

—Ah, bueno. He sido el primero gracias a la ventaja que habéis sacado ambos a los demás —nos anuncia Byron con una sonrisa—. Hemos ganado, chicos. Esto hay que celebrarlo.

—No es justo —exclama un compañero, que acaba de llegar y a visto a Byron ser el primero—. Claude ha corrido dos vueltas, y Mia no llevaba el testigo.

—Ambos hemos corrido lo que debíamos. Además, Mia ha tenido que parar por unos segundos entre que retrocedía y cogía el testigo. Así que en esos segundos os daba tiempo de sobra a haberla adelantado —defiende Claude. Vaya, a ese sí que lo veo con pocas ganas de perder. Estoy entre los dos chicos más competitivos de la clase, eso está claro.

Hay unas cuantas personas más, mayoritariamente chicos, que se quejan como el anterior chico de que lo que ha pasado entre Claude y yo no podía ser, ya que Claude sólo tendría que haber corrido una vuelta. Pero el profesor hace oídos sordos y nos felicita con una gran sonrisa.

Byron se nos acerca a Claude y a mí y nos da una palmada a ambos en el hombro y comienza a reírse a carcajadas, aunque aún le falte aire. Hace un gesto a Akari para que se nos acerque también a nosotros y nos abrazo a los tres y susurra:

—El mejor equipo, definitivamente.

Nos sentamos todos en el suelo y esperamos a que el profesor hable:

—Bueno, como todos sabéis, al final de cada trimestre se hace un baile entre todo el curso, en parejas. Pero este baile es un poco especial. Para esto se hacen competiciones deportivas, se toman en cuenta las calificaciones de cada alumno..., y la clase que más puntos consiga en las actividades y en los exámenes, tiene el derecho de elegir a su pareja —comienza a explicar—. Aunque como ya sabéis, suele haber gente que se queda sin pareja por esta misma razón, bien porque nadie quiera ser su pareja, porque haya más chicas que chicos..., y razones de ese estilo. Así que nadie se preocupe, que todo el mundo tiene la obligación de ir con alguien. De todas formas, si ya hay parejas creadas, se puede arreglar el problema, o amoldar las parejas. Así que no os preocupéis.

—Sigo creyendo que no es justo esto de que se elija la pareja, siempre habrá una chica fea que no tenga pareja, y no es su culpa ser fea —replica el chico panceta.

—¿Y acaso no habrá chicos feos también? —le respondo.

—Sí, pero ese no es mi caso. Así que no me importa —me pica.

—Tampoco es el mío.

—Los chicos te tendrían lástima y saldrían contigo por eso —añade con un chasquido de la lengua.

—Ni que tú fueses aquí la belleza universal. Deja de engominarte el pelo hacia arriba. Eres ridículo —le ataco—. Tú lo que necesitas es una bolsa de plástico en la cabeza para que te ahogues.

—¿Y tú? ¿Por qué no dejas de teñirte el pelo? Fijo que tienes canas de vieja y de amargada —añade molesto.

—Ey, chicos, ya basta —intenta calmarnos Byron.

—Ni basta, ni nada —le dice Claude—. Esta es una discusión seria con la tabla de planchar.

—¿Cómo que la tabla de planchar? ¿Tienes algún problema, mini-pene? —siempre picándome con lo de tabla de planchar. desgraciado—. Por cierto, deja de hacerte extensiones de pelo. Todos sabemos que has empezado a quedarte calvo.