Capítulo 25

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I

Henoth am Hausmännin

Lo que parecía ser otra terrorífica aventura dentro de los confines de Reich der Finsternis se había convertido en una desesperada huida por el bien de los habitantes y de ellos mismos. Una densa bruma gris envolvía las entrañas del bosque, generando una atmósfera asfixiante y sombría. El resplandor del sol permanecía oculto tras las nubes, que cubrían el cielo casi en su totalidad. Sentir el calor del sol se había transformado en uno de los anhelos más profundos de los agentes, mientras la oscuridad de aquel lugar parecía devorar toda esperanza.

Los agentes y Anika siguieron a Lukas a través del sótano de su habitación, desde donde huyeron hacia el bosque de la perdición. El canto de las aves y el chirrido estridente de los cuervos ya anunciaban la llegada del día. Caminaron casi un kilómetro entre los imponentes abetos y los rectos robles, respirando el aire opresivo y el aroma de las coníferas. Al llegar cerca de un puente de madera, el murmullo de la corriente de un río descendiendo por una cascada ofrecía un breve consuelo; las gotas de agua helada salpicaban sus rostros, creando una sensación refrescante. Liz resbaló con el musgo de una de las rocas, pero se estabilizó ágilmente antes de que Lukas le tendiera la mano.

—Hasta aquí llegan conmigo —aclaró Lukas con un suspiro, cargándose el rifle al hombro.

El aldeano, que había recorrido contadas veces el sector alto de Henoth am Hausmännin, no dudó en ayudar a los agentes, con las esperanzas puestas en ellos, pero se negaba a ingresar al pueblo. Esbozó una sonrisa disimulada antes de continuar.

—Ahora tengo que regresar a la aldea; si no me encuentran allá, no quiero ni imaginarme lo que podría ocurrir —apretó los labios delicadamente—. Uno de mis amigos, Florian era su nombre... —Liz abrió los ojos de par en par al oír el nombre— abandonó el pueblo cuando no debía —agachó ligeramente la cabeza, mordiéndose el labio—. Todos en el pueblo creemos que entró a las catacumbas de Anneliese, porque los desgarradores trajeron sus restos hasta aquí.

Liz no pudo evitar sentir pena por el joven; llevaba poco más de dos días merodeando por el temible reino de las tinieblas y no quería imaginarse lo que significaría para quienes habitaban en tan horroroso lugar ser testigos de los designios de la crueldad humana cada día.

—Te lo agradecemos —manifestó Liz con una sonrisa apenas perceptible.

Por primera vez, experimentó un aura refrescante y consoladora al notar las gotas de la cascada salpicando en sus mejillas y humedeciendo sus cabellos castaños. El joven se inclinó levemente, como diciendo "de nada".

—Sigan por el norte en línea recta y llegarán dentro de poco —dijo Lukas, ya despidiéndose—. No se preocupen por nosotros. Cosas como lo de hace poco ocurren todos los días en nuestra aldea, y aunque son aterradoras, hemos aprendido a lidiar con ellas.

Liz asintió, notando la resignación en la voz del joven. Sabía que decir algo más solo prolongaría un adiós incómodo. Decidió dejarlo ir con la esperanza de que las cosas estarían bien.

—Cuídate y por favor... dale un agradecimiento a tu familia de mi parte —se despidió Liz, sin mencionar que habían sido ella y Bernard quienes vieron morir a Florian en las catacumbas de Anneliese. En ese momento, él ya iba de regreso.

Aunque habían logrado escapar de los cazadores del verdugo de Holzmann, la preocupación por la familia de la anciana Berta y Lukas despertaba en Liz una intriga inquietante. Ya eran varias las buenas almas que habían perecido a manos de esos monstruos: Ulrich, Florian, Bernard. No obstante, no podía retroceder ahora; decidieron confiar en las últimas palabras del joven. Nick no volvió a dirigirse a ellos hasta darse cuenta de que el aldeano había quedado fuera de su vista. Con una simple seña, pidió que lo siguieran. Anika ya estaba detrás de él, pero Liz se quedó pasmada, reflexionando sobre el destino que les esperaba al buscar la renombrada biblioteca de Reich der Finsternis. Finalmente, corrió tras el oficial alemán, dándose cuenta de que estaba quedando atrás.

El legado de la sangre oscura (SPANISH ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora