El legado de la sangre oscura (SPANISH ORIGINAL)

Capítulo 05

I

Una noche de insomnio

La noche se mantenía tranquila. Fuera de las tiendas, solo se escuchaban los pasos firmes de los oficiales de guardia, así como sus conversaciones en voz baja. Cada uno de los agentes americanos había sido invitado a compartir tienda con otros oficiales. Liz estaba acompañada por Steffi y otra agente llamada Katrin, con la que ella no había compartido su tiempo. A pesar de sentirse asegurada dentro de la zona, no lograba conciliar el sueño. Las hórridas imágenes del pueblo y la incertidumbre sobre su futuro la consumían por dentro. Su breve estancia en Reich der Finsternis le dejaba claro que la valentía no consistía únicamente en realizar hazañas y defender a los necesitados, sino en enfrentar sus más profundos temores, como su padre se lo había enseñado de niña.

Por lo general, siempre encontraba apoyo en Bernard en circunstancias similares, pero los protocolos que tenían los agentes alemanes les prohibían a los hombres compartir dormitorios con las mujeres. Steffi había mostrado ser una mujer amable y comprensible, sin embargo, ella dormía plácidamente, y Liz no quería molestarla.

El viento otoñal soplaba fuertemente hacia ellos produciendo sonidos fantasmagóricos. A pesar de las bajas temperaturas del exterior, Liz sentía un calor bochornoso que la hacía sudar, incluso sin llevar puesta su chaqueta de cuero negro. Podía oler la humedad del aire mezclada con un ligero aroma a tierra mojada, aunque no había llovido. En lo más profundo de su subconsciente, sabía que aquella extraña sensación térmica no estaba ligada a la temperatura del ambiente, sino a algo interno. Junto con los fuertes soplidos del viento percibía rugidos inquietantes. La imagen frente a sus ojos se distorsionaba hasta el punto de no poder distinguir nada en absoluto. De forma involuntaria, su mente proyectaba las pinturas maquiavélicas de los rituales sangrientos con un imponente estilo realista. Su nerviosismo alcanzó un nivel incontrolable que la obligó a levantarse de la cama con un leve grito. De repente, sintió su regreso a la realidad, acompañado de un fuerte ardor en el abdomen. Ella levantó su camisa de tirantas negras para visualizar un leve sangrado en su herida cicatrizada.

Liz suspiraba a un ritmo acelerado mientras sentía cómo las gotas de sudor se deslizaban por su frente y su cuello. Continuaba escuchando el fuerte soplido del viento que arrastraba hojas hacia ellas, que chocaban con un suave crujido. Tras su gemido y respiración agitada, Steffi se despertó y se incorporó delicadamente. Encontró a una Liz visiblemente agobiada, su semblante reflejaba las horas de insomnio. A pesar de su propio cansancio, Steffi se dispuso a ayudarla con la mejor actitud, susurrando palabras de consuelo.

—Ist alles ok mit dir? – Le preguntó la oficial médico parcialmente recostada sobre su camilla; olvidando que Liz no podía entenderle– Disculpa, ¿Está todo bien contigo?

Liz levantó su mano tratando de indicarle que todo iba bien, a pesar de que su rostro expresara lo contrario. Sin verse convencida por los gestos de la agente americana, Steffi caminó hacia ella intentando tranquilizarla.

—Estoy bien— afirmó Liz suspirando— ha sido solo una de pesadilla, creo — La explicación de Liz no convencía de todo a Steffi. Ella visualizaba a Liz con una expresión serena y se preparaba para dar un punto de vista más profesional.

—Mira— empezó Steffi con voz suave— sé que apenas nos conocemos, pero quiero que sepas que yo estoy para ayudar en lo que sea. Puedo ver que tienes mareos y escalofríos— Las palabras de la agente alemana eran reconfortantes para Liz— Además, he podido ver que hay algo en tu abdomen que te está fastidiando, ¿Te gustaría que te hiciera una valoración?

La actitud de la oficial hacia Liz era bastante solidaria. Ella aceptó su propuesta esperando que, al estar de frente a la investigación de los sucesos de Reich der Finsternis y llevar un cuidado de los heridos, Steffi le diera una posible explicación de lo que ella padecía.