Capítulo 38
La invasión comienza
Fueron horas de planeación para ingresar a la presunta guarida de la familia Holzmann, existía la posibilidad de que fuera de poner sus vidas en terrible peligro no estuviesen por conseguir algún avance significativo; sin embargo, la información suministrada por la hermana Judith Melzer no era un dato que pudiese pasar por alto, era su deber investigar al respecto. Los oficiales alemanes habían llegado al punto del mapa, en efecto, había una pequeña vía de ferrocarril rodeando la zona. El panorama era sombrío y hasta cierto punto encantador, sobre los pinos se divisaba la luz de un sol que se preparaba para el ocaso, esperaban que este evento nunca más infundiera temor luego de sus labores.
No había locomotoras, las vías se encontraban en un avanzado estado de deterioro. Los oficiales alemanes se desplazaban por ellas a la expectativa de que alguna fuerza desconocida estuviese por sorprenderlos, junto a ellos, iban Liz y Jake. Los demás agentes americanos habían recibido la orden de controlar el perímetro desde el aire en búsqueda de posibles salidas e intervenir también a la orden de los demás. Andreas y Tobias iban liderando el grupo, seguidos de Nick y Steffi, a quien Liz no había visto en acción desde su primer día en el campamento.
Recorrieron el camino por poco más de diez minutos, un gran orificio apareció en la parte baja de los relieves, su interior permanecía oculto bajo la tan característica oscuridad tétrica que tanto habían olvidado durante su paso por el asilo. Con tan solo acercarse a la entrada del túnel, una ráfaga de viento helado paralizó a Liz. El desolador panorama se mantenía tan firme como las superficies rocosas que la rodeaban, a su vez, escuchaba unas voces risueñas provenientes del siniestro lugar.
—¿Todo bien contigo?— Steffi le preguntó, mientras que los demás agentes contemplaban la entrada hacia la casa de lo desconocido. Liz asintió, se detuvo unos segundos para respirar la fragancia del perfume y continuó con su camino invitando a Steffi a seguirla.
Alrededor de las colinas, solo el ruido de la corriente del río Hausmännin irrumpía con la espectral calma. Andreas Berger era el oficial de mayor rango entre los que se preparaban para el ingreso al lugar; Jake lo iba acompañando como representante de los agentes del gobierno americano.
—Muy bien— antes de ingresar, Andreas los reunió a todos a la entrada para darles un último discurso— supongo que todos saben a qué nos podríamos estar enfrentando. Pase lo que pase, es importante que nos mantengamos unidos, siempre con la mentalidad de seguir adelante; nuestro comandante y el resto del equipo de asalto quedan atentos a nuestra señal— todos asintieron— antes de ingresar, última oportunidad, ¿hay alguien que no se encuentre en condiciones de seguir adelante?— nadie respondió, fue Jake quien tomó la iniciativa de seguir.
—Muchas gracias, Andreas— dijo Jake— sepan que a partir de ahora mi institución tiene la autorización de intervenir en cualquier actividad que tenga que ver con el exterminio de estos engendros. Nuestro piloto Steve estará atento a cualquier necesidad que los oficiales alemanes y los nuestros puedan tener— antes de seguir, dio un suspiro— Existe la probabilidad de que no regresemos, pero todo, es por el bien de este lugar. Siendo así, creo que vamos a entrar, si el teniente Berger está de acuerdo— Andreas asintió y dio la orden de entrada.
Liz sabía que su lucha debía mantenerse hasta el final. De todo lo que había tenido que hacer hasta entonces, invadir la presunta guarida de la familia Holzmann podría ser la más peligrosa de todas sus tareas; aquel hórrido lugar, era el origen de toda la peste sangrienta que aterrorizaba Reich der Finsternis.
Bajo la guía de Andreas y Jake, ingresaron al túnel de la colina. Las luces de las linternas revelaron el interior del lugar; las vías del ferrocarril terminaban a poco menos de medio kilómetro, en los que no se divisaba nada aparte de largas redes de telarañas que cubrían las paredes de cemento que servían de base para la construcción. Hicieron un voto de silencio al notar que todo sonido se prolongaba a lo largo del camino.
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El legado de la sangre oscura (SPANISH ORIGINAL)
TerrorEl el umbral de lo natural y lo sobrenatural, la agente Elizabeth "Liz" Sharrow de Dark Forest Police Department (DFPD) se enfrenta a un nuevo caso que pone a prueba no solo su valentía, sino también su percepción de la realidad. Junto con su compañ...