Capítulo 50

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LUNES

Maryse

- ¿Esta lista la entrega final? -respondí tajante, mientras entregaba un billete al encargado de la cafetería -. Bien, haz que revisen por última vez los documentos... no, no podemos esperar un día más para dar un visto bueno, no... muy bien, mándalo al correo para poder leerlo en cuanto antes. ¿Pudiste contactarte con el señor Bane? ¿Vendrá a la ciudad? ¿Cuándo?... ¡¿El fin de semana?! – el chico delante de mi me miró enarcando una ceja mientras me entregaba mi café-. Gracias -di media vuelta para salir del establecimiento-. Entonces, ¿pudiste agendar la cita? Claro, sí, esperare los detalles entonces. Bien, adiós.

Eran las 7 de la mañana, no había podido dormir para nada bien durante el fin de semana, ¿cómo se suponía que debía reaccionar a la declaración de mi hijo Alexander? Claramente no me sentía para nada satisfecha con eso, estaba arruinando los planes. Desde hacía un tiempo que tenía la intensión de trabajar con el señor Bane y su marca Inferno, una de las opciones era simplemente llegar a un acuerdo comercial, sin embargo, Camille me había propuesto hacer un trato de unión, y cuando conocí a Magnus esa idea me pareció la más maravillosa del mundo, podría emparejar a Izzy con ese chico, además, el día que los vi, parecían llevarse bastante bien, de tal manera que podría ganar una exclusividad de la marca... Todo parecía ir mejorando, después de aquella fatídica fecha.

Sin embargo, no contaba con que Alexander decidiría ser gay, además de estar saliendo con el hijo de la persona con la marca de ropa más importante del momento. Josh, también intervino, comentando que tal vez a el señor Bane no le importaba mucho con quien saliera su hijo, sin embargo, Alec y Magnus no se podían unir de forma legar, y tampoco podrían tener herederos, ¡Todo era completamente un desastre!

Y dentro de unos días el señor Bane estaría en la ciudad, tendríamos una reunión y mi arma secreta era completamente inservible, tenía que encontrar una manera de que esta situación estuviera a mi favor de nuevo, debía encontrar una manera de arreglar todo este embrollo.

Tendría ese contrato exclusivo con la marca Inferno, me ganaría el favor del señor Bane, y de paso pondría fin a ese juego absurdo de Alexander.


Clary

Estábamos llegando al final de la última clase, y yo no había podido poner atención a ninguna, ni siquiera anotar algunas cosas importantes o siquiera lo que los profesores escribían en los pizarrones, no había espacio para nada, en mi mente solo podía repetir una y otra vez a Sebastian con la camiseta llena de sangre.

Toda la mañana del día anterior había estado pensando en él, preocupada por saber cómo se encontraba, si acaso estaría bien. Cuando llego la noche, seguía sin contestarme ningún mensaje, y tampoco había respondido a las llamadas de mi madre, por ello, en cuanto escuché la puerta de entrada abriéndose ligeramente, tuve que controlar mi deseo de saltar de la cama, sigo sin saber cómo lo hice, trate de ser lo más silenciosa posible, no quería despertar a Izzy. En cuanto me encontré frente a mi hermano, me paralicé... Estaba cubierto de sangre.

...

- ¿Por qué estas cubierto de sangre? - fue lo único que pude articular, con voz alarmada.

Mi hermano solo me miraba impávido, ¿acaso no se había percatado de la escena que estaba mostrando?... o peor aún, toda esa sangre... ¿estaba entrando en shock? debíamos ir rápidamente al hospital, tomaría las llaves del auto, quizá podría pedirle ayuda a Izzy para que me llevara, no podría manejar en ese estado, y llamaría a mi madre, no podíamos perder más tiempo...

- Clary... -la voz de Izzy, se escuchaba lejana; no sabía en qué momento había salido de la habitación-. Sebastian no está herido.

- ¡¿Qué no estás viendo toda esa sangre?! - volteé a mirarla enojada, ¿acaso no se daba cuenta de la situación? La puerta de la habitación de mi madre también estaba abriéndose-. Mamá ...- la mire -, de-debemos ir rápido al hospital, Sebastian...

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