Capitulo 34

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Alec

- ¡Amorcito! –chilló Camille, abriendo los brazos mientras se dirigía hacía Magnus.

- ¿Qué haces aquí? –contesto él de mala gana.

- ¿No te alegras de verme? –su voz era bastante melosa-. Yo te extrañe mucho, amorcito.

-No me alegra. Y deja de llamarme así. ¿Quieres? –me tomó del brazo-. Vamos, Alexander.

-Vaya, vaya...-parecía que por fin reparaba en mí-. Pensé que estabas saliendo con Sebastian...-sonrió divertida.

- Tenemos cosas que hacer –Magnus la empujo levemente con el hombro, para que pudiéramos pasar-. Así que márchate.

- ¡Ja! Esa no es forma de tratar al amor de tú vida, Bane.

- ¿Amor? –la miro con una mueca en el rostro-. ¿Qué sabes tú de amor?

- ¿Y tú si sabes? –me miro de nuevo-. Veamos pequeño Lightwood, ¿qué opinan tus padres sobre Bane? ¿También piensan que esto es amor?

"No..."

-Eso no es de tu incumbencia –la mire mal.

-Basta Camille, largo ahora.

-Ya nos volveremos a ver, amorcito –nos guiño un ojo, y se alejó contoneando las caderas.

- ¿Alec? –Magnus me miro preocupado-. ¿Estás bien? –asentí levemente con la cabeza-. Garbancito...-coloco su mano sobre mi mejilla, me gustaba su tacto, más de lo que podía imaginar-. Todo estará bien, ¿recuerdas? Estaremos bien.

-Lo se...-coloque mi mano sobre la suya-. Pero, primero háblame de Camille...-baje lentamente su mano.


Después de una larga charla de dos horas, sobre Camille. Me quede en silencio mirando a Magnus.

-Entonces...-fruncí ligeramente el ceño-. ¿Es tú primer amor?

-Pues, algo así -se encogió de hombros-. Pero, nada. Solo fue algo pasajero.

-Entiendo...-hice una leve mueca-. ¿L-la amaste?

- ¿Amor? Bueno, esa es una buena pregunta. En ese tiempo me sentía completamente solo, mis dos mejores amigos estaban en otra ciudad, y tenía poco contacto con ellos. No congeniaba con nadie de la nueva escuela, ni en la ciudad. –Sonrió de lado-. Hasta que la conocí a ella, una chica bastante popular en la preparatoria, ella fue quien se acercó a mí. Comenzamos a vernos durante los recesos, era genial platicar con ella, sentía que por fin alguien me comprendía. Sus padres están divorciados, vivía con su madre, y de su padre no sabía nada. Los chicos que la seguían por toda la escuela, lo hacían por pura conveniencia, los trabajos de su madre no son nada... limpios-se encogió de hombros-, pero les daba el dinero suficiente para vivir exageradamente bien. Pensé que ella podría comprender, el cómo me sentía, el tener falsos amigos. –Respiro hondo-. Al final, resulto ser como ellos, una persona falsa en mi vida...

-Magnus...-me acerque a él, tomando su mano.

-No, está bien. Me hace bien poder contarle a alguien esto, ¿sabes? Quiero que sepas cada cosa de mi Alexander, quiero que me conozcas tal cual soy.

-Yo... también quiero hacer lo mismo.

Acercó su rostro al mío-: Tendremos el tiempo suficiente para hacerlo-rozo sus labios con los míos.

Izzy

Después de pasar por algo de comida rápida volví a casa, hoy estaría sola. Era semana de exámenes, y la mayoría parecía estar ocupado, tratando de salvar el semestre, y salir un poco antes de vacaciones.

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