MÍO

Capitulo 41

Clary

- ¿No vendría Jace? –Sebastian entró en mi habitación, con paso lento.

Lo mire un segundo, para volver a concentrarme a observar a través de la ventana, dónde me concentraba en un cuadro de la ciudad. Hoy parecía ser un día bastante soleado, y los rayos caían sobre la ciudad como un manto de luz bastante cálido.

-Sí, llegara a la hora del almuerzo-conteste sin verlo.

-Eso le resta puntos, Clary...-había llegado hasta mí, lo podía sentir. Miraba por encima de mi hombro-. Vaya, siempre supe que serías una gran artista. Aún recuerdo aquella pequeña acuarela que me regalaste en mi sexto cumpleaños. Para ser tan pequeña, ya tenías bastante talento.

Sonreí-: Gracias, he ido perfeccionándome. Algunos cursos de verano –solo los que mi madre pudo pagar, o aquellos que el estado ofrecía de manera gratuita.

- ¿Tienes pensado a que universidad asistirás? –camino por la habitación, hasta situarse junto al escritorio, dónde tenía varios cuadernos de bocetos. Comenzó a ojearlos.

-Pues...-aún necesitaba ver las becas que se estaba ofreciendo. El negocio de los apartamentos, estaba comenzando. Y no teníamos certeza de si todo seguiría igual, durante los siguientes años.

-No te preocupes por los costos, he hablado con mi madre. Ayudare en tus estudios.

Deje lo que estaba haciendo para mirarlo-: ¿Estás hablando en serio?

-Tan seguro, como que tu novio es teñido.

Sonreí ligeramente.

-No es teñido.

-Yo lo pondría a prueba-me guiño un ojo-. En cuanto a lo de la universidad, hablo completamente en serio. Tienes mucho talento, sería fantástico poder impulsarte un poco más.

-Y, ¿tú? No dejaras los estudios, ¿verdad?

-No, descuida.

-Prométemelo-lo mire sería.

Me miró, esos ojos que eran obscuros... eramos bastante opuestos. Él era bastante alto, con rasgos afilados, atractivo, su cabello casi blanco...

-Está bien, lo prometo. Tratare de no dejar los estudios.

-Sebastian...

-Clary-llamó mi madre-. Jace está aquí.

-Hablaremos después de esto-mire a mi hermano, antes de salir de la habitación.

Simón

Treinta minutos después, Isabelle bajo las escaleras. Se había puesto maquillaje, siempre llevaba maquillaje.

Pero, durante los segundos que la vi, antes de que me cerrara la puerta en la cara, pude observar que es realmente hermosa, sin maquillaje como con él.

Quizá debería decírselo, hacérselo saber. Y que dejara de preocuparse por eso... pero, ahora no era el momento, dejaría que me lo contara cuando estuviera lista. Mientras tanto, la ayudaría a sentir la mayor confianza posible, y que supiera que siempre estaría ahí con ella. Eso haría.

-Siento la demora.

-Descuida, aún podemos salir a comprar algo. –Sonreí-. Iz-respire hondo-, sabes que puedes contarme lo que sea, por algo... por algo soy tu novio.

-Gracias Simón-se acercó un poco más a mí-, pero ahora solo quiero ir a desayunar.

Me tomó del brazo sin esperar alguna respuesta de mi parte, y salimos.