IV

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A la hora de trasladar el cuerpo la casa estaba rodeada de periodistas y personas que no se de dónde salieron. Ni siquiera nos dejaban sacar el cuerpo rápido ya que se nos atravesaban para hacernos preguntas.

—No vamos a responder ninguna pregunta—habló Peter para que todos escucharán—Les voy a pedir que salgan de aquí.

Los periodistas a regañadientes salieron de allí no sin antes secar algunas fotos de todos los que estábamos.

—Mañana estaremos en primera plana—comenté.

—Lo mío siempre ha sido ser famoso—Peter se encogió de hombros.

—Obvio—saqué el teléfono de mi bolsillo para mirar la hora.

5:50am.

—Voy directo a trabajar con él—señale el cuerpo que estaban subiendo al auto—Cuando termine espero poder ir a casa a descansar, si es que no me llaman otra vez por otro cuerpo.

—Si encuentro otro cuerpo no la llamaré, así podrá dormir—asentí siguiéndole el juego.

—Adiós—me despedí.

—Adiós y suerte.

Me subí a mi motocicleta para empezar mi camino hacía la morgue. Cuando llegué allí empecé a trabajar con el cuerpo de ese monstruo, y fue como un deja vú, fue como si volviera a hacerle la autopsia a Selene, todo fue realizado con sumo cuidado para que quedará igual que el caso de mi mejor amiga, es como que lo quisieron hacer pagar con la misma moneda.

—Estas pagando todo lo que le hiciste a mi amiga—le hablé al cuerpo que estaba en mi mesa totalmente abierto, dejándome ver todo su interior—Aunque merecías sufrir más, un disparo era muy poco para ti.

Ya había tomado la muestra de las heridas que tenía en el cuerpo, catorce en total, diez eran de tres centímetros de ancho con seis de profundidad, y las otras cuatro eran de tres centímetros de ancho con nueve centímetros de profundidad, lo que nos dice que también fueron causadas con un cuchillo de cocina. La hora de muerte fue entre la una y las tres de la madrugada.

—Quién lo diría, mandaste un cuerpo a mi mesa y ahora tu estás en ella. Además estarás a su lado en el cajón—solté una pequeña risa—Irónico ¿eh?

Terminé con el cuerpo y llené en informe para enviárselo a Paola y a Peter, también lo metí en el cajón justo al lado del cuerpo de Selene, él cual sigue aquí porque su familia vendrá mañana para retirarla y hacerle una despedida con todas las personas cercanas a ella. Aquí acaba mi día de trabajo, puedo ir a descansar, dormir lo que no pude anteanoche y anoche.

—Doctora Evans, un hombre la necesita—me dijo Alice.

—¿Un hombre? ¿De dónde?

—Es policía, tiene la misma placa que el Teniente Wood.

—Que raro, pero iré a ver que necesita—salí junto a la chica.

En recepción estaba un hombre de espaldas, 1.80 de altura, cabello castaño claro no tan largo pero tampoco tan corto, una chaqueta de cuero marrón cubría su espalda ancha, sus brazos gritaban que estaban bien ejercitados.

—Buenas tardes—saludé y él se dio la vuelta para quedar cara a cara.

Ojos tan negros como la noche, que de verdad intimidan demasiado, poca barba castaña clara cubre su mandíbula marcada, una camisa negra se pegaba a su torso y en el cinturón tenía su placa policial.

—Buenas tardes, soy el Teniente de la policía Matheo O'Connor—me tendió su mano y yo la estreché.

—Doctora Alexia Evans ¿En qué puedo ayudarle?

—Soy el Teniente a cargo del caso de Dan Wilson.

—¿Y el Teniente Wood? ¿Qué pasó con él?

—¿Creé usted que era conveniente que él tuviera esté caso?

—¿Qué tiene esté caso?—dije a la defensiva.

—Le voy a explicar mejor. A los directivos no les pareció prudente que el Teniente Wood llevará el caso de su ex-novia, con la cuál estuvo en una relación de cinco años.

—Esa relación acabó hace dos años—aclaré.

—Pero queda algún tipo de sentimiento de por medio, así que gústele o no, yo estoy a cargo de este caso de ahora en adelante.

—Entonces dígame que quiere, tengo cosas que hacer—me crucé de brazos esperando a que hablará.

—Necesito el informe de la muerte del señor Dan Wilson.

—Alice, el informe que le di para que enviará al Teniente Wood. Déselo aquí al señor por favor—ordené con algo de indiferencia por la presencia de ese hombre.

—Si Señora—le entregó el sobre y él lo recibió.

Lo abrió y empezó a leerlo ignorando por completo nuestra presencia. Cuando terminó volvió su vista hacía mi para volver a hablarme.

—Tengo que hacerle unas preguntas sobre...

—Gracias—lo interrumpí.

—¿Cómo?

—Gracias—volví a repetir para después señalar a Alice—Ella le dio el sobre, por mínimo tendría que decirle gracias.

—No, Doctora, no pasa nada—me dijo la chica.

—No Alice, hay que tener educación.

—No tengo tiempo para que venga a enseñarme de educación—me dijo el hombre.

—Y yo no tengo tiempo para hablar con personas maleducadas como usted.

—No le agradezco ni a los que trabajan conmigo o para mi—su soberbia me molestaba aún más.

—Pero ella trabaja para mi y tiene que tratarla con el mismo respeto y cordialidad con que lo trata ella.

Su mirada estuvo sobre mi por un gran rato, debatiéndose entre hacerlo o no.

—Gracias—le dijo a Alice a regañadientes.

—No hay de qué, Teniente O'Connor—le dijo ella.

—Muy bien, ahora si dígame en que puedo ayudarle.

—Tengo algunas preguntas para usted Señora Alexia.

—Señorita—le corregí.

—Señorita. Necesito que me responda con sinceridad—dijo algo irritado.

—Alice, déjenos solos, por favor—le dije a la chica que estaba pendiente de nuestra conversación.

—Si señora.

—Gracias—murmuré antes de que nos dejará solos.

—¿Conocía usted al señor Dan Wilson?—comenzó con las preguntas.

—No.

—¿Sabía quién era David Williams?

—Era la cita de mi mejor amiga el día en que murió.

—¿Sabía quién era el asesino de la señorita Selene Roberts?

—No, el Teniente Wood no me lo dijo por políticas de privacidad.

—¿Dónde estaba usted anoche?

—En mi casa, durmiendo.

—¿Tiene una cuartada?

—Claro, las cámaras de mi casa.

—Necesito las grabaciones de esas cámaras.

—Se la haré llegar mañana a primera hora.

—Muy bien, eso es todo por hoy, señorita Alexia.

—Entonces ya es hora de que regrese por donde llegó.

—Nos estaremos viendo muy a menudo, de eso estoy seguro—empezó a caminar hacía la salida.

—Que hombre tan soberbio y odioso.

Diario de una Forense©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora