III

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Hoy no tenía mucho trabajo, la verdad es que en esté pueblo no hay muchos muertos, esté es el primer caso de asesinato que he atendido por decirlo así. Las muertes naturales o accidentes nunca faltan, pero no son tan seguidas.

Anoche me quedé a dormir en casa de mis padres, en la mañana le conté a mis hermanos lo sucedido, bueno, mi madre les contó porque yo no fui capaz, hablamos un poco de ello pero sin llegar a dar muchos detalles porque es una investigación policial. A la morgue llegué en eso de las dos de la tarde, envié el dictamen a el Teniente y a Paola.

Este caso explotó las redes sociales, era de esperarse que el primer caso de asesinato del pueblo iba a dar de que hablar, las mujeres apoyan a la víctima y se están cuidando más ya que no se ha atrapado al asesino, los hombres machistas están diciendo que ella se lo buscó, no entiendo que tiene en la cabeza esos imbéciles.

—Doctora Evans, tiene una llamada del Teniente Wood—me informó Alice, quien era el remplazo de Selene y ahora tiene el puesto de secretaria.

—Gracias—salí a recepción para atender la llamada—Hola.

—Doctora Evans, gracias a su información pedimos las grabaciones de esa noche a la discoteca.

—¿Y? ¿Encontraron algo?

—Se ve a la señorita Selene con un hombre hasta las nueve de la noche, de allí ya se pierde el rastro.

—¿Pero ya saben quién es el hombre?

—Así es, vamos a empezar con la búsqueda y voy a pedir la orden de arresto para que no lo vayan a dejar libre en cuanto lo atrapemos.

—¿Quién es?

—No puedo darle esa información, políticas de privacidad, además de que usted tenía un tipo de relación personal con la víctima.

—Entiendo, gracias—colgué y mire a Alice—¿No ha llegado nada de laboratorio?

—Si señora—me entregó un sobre.

—Gracias.

Volví a sala para poder abrir el sobre con algo se privacidad, solo quiero saber quién fue el monstruo que le hizo esto. Lo abrí con cuidado y mire su nombre que estaba junto a su foto.

Dan Wilson. Ni siquiera le dijo su nombre verdadero el muy imbécil. Pero sé que él tendrá que pagar lo que hizo y así dejar atrás estos días oscuros para el pueblo.
Salí de la sala con el sobre cerrado con el sello del laboratorio para que no se dieran cuenta de que lo abrí, solo querer saber el nombre del asesino de mi mejor amiga me puede traer problemas.

—Envíe esto al Teniente Wood, por favor, Alice.

—¿Ya se va?

—Así es, no hay nada más que hacer y quiero descansar. Usted también puede irse ya.

—Gracias, voy a enviar esto y me voy para mi casa. Que tenga buena tarde, Doctora.

—Lo mismo, Alice.

———

Durante toda la tarde y parte de la noche estuve en mi cama, acurrucada, pensando, y no cosas buenas, solo podía imaginar todo lo que sufrió con ese asqueroso, ella solo quería tener un amor bonito, una familia, pero ese hombre le arrebató sus sueños, su vida.

No pude dormir mucho, pero cuando ya lo estaba intentando algo me despertó, mierda, como que se les volverá costumbre levantarme en medio de la madrugada, mi teléfono otra vez me despertó ya que estaba sonando. Vi la pantalla que alumbraba, la cual por poco y me deja ciega, la persona que me estaba llamando era Peter.

Diario de una Forense©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora