Diario de una Forense©

I

Mi sueño desde pequeña fue estudiar para ser Forense, era la única niña—de mi familia y amigos—a la que le gustaba ver los documentales de está profesión, me relajaba y me hacían dormir. Ver como abrían a las personas, como hacían las autopsias, y también como investigaban para encontrar a los asesinos, era algo con lo que me encantaba entretenerme, yo prefería quedarme en casa viéndolos que salir a algún plan de amigos o familiar, también por esto era muy criticada por los que en aquel tiempo se hacían llamar "amigos". En cambio mi familia siempre me apoyó para que pudiera hacer lo que me gustaba. Gracias a que mi padre es el dueño de un concesionario muy conocido aquí en el pueblo pude tener el apoyo económico para estudiar mi carrera. Tuve que esforzarme demasiado para poder terminar la carrera, pues tuve que viajar sola a el estado de Georgia a la edad de dieciséis años porque en la universidad del pueblo no estaba esa carrera, hubieron momentos en que quise renunciar, pero recordaba todo lo que me estaba esforzando y volvía a ponerme de pie.

Ok. Empecemos con una breve presentación de mi parte para que me puedas conocer un poco más. Mi nombre es Alexia Evans Beckham, cabello castaño oscuro, ojos azules como mi abuela fallecida, hace veintiséis años Rose Beckham y Harry Evans me trajeron al mundo, tengo dos hermanos menores (los cuales no sacaron los ojos de mi abuela y viven un poco resentidos), Gabe Evans de veintidós años, el cuál es ingeniero automotriz y Eleonor Evans de diecisiete que esta terminando el bachillerato. Mi mejor amiga Selene, de la cuál me encanta su nombre ya que hace referencia a la mitología griega; ella tiene dos años menos que yo, es la única que ha estado conmigo ya veinte años, si lo sé, veinte años de amistad es de locos, también trabaja conmigo en la única morgue del pueblo. Allí hay tres Forenses en total, entré hace cuatro años ya, apenas terminé mi carrera, soy la jefa de los otros dos, pues mi experiencia es mucho más grande que la de ellos, los cuales acabaron de terminar su carrera y están empezando lo laboral.

—¿Sigues aquí?—me preguntó Selene al entrar al espacio en donde están los cuerpos.

—Kevin Carter, setenta y ocho años, murió por falla respiratoria—metí el cadáver en su respectivo cajón, es como un refrigerador con varios cajones para los cuerpos—Tenía que terminar esté informe.

—Todavía no entiendo como no te da miedo estar con los muertos aquí sola—hizo una mueca.

—Confío más en los muertos que en los vivos—comenté mientras me quitaba la bata para poder salir.

—Si, yo prefiero seguir en recepción—soltamos una pequeña risa.

—Supongo que vas a salir con alguien—dije al repasar su vestimenta.

—Supones bien—me sonrió—Se llama David Williams, es socio en una empresa de zapatos, nos conocimos por internet y decidimos vernos en persona hoy.

—¿No lo habías visto antes?

—No.

—¿No te da miedo? Es un completo desconocido.

—No, que va, llevamos mucho tiempo hablando por mensajes, siento que lo conozco de años.

—Tengo una mejor idea ¿Por qué no le cancelas y vamos a mi casa a ver películas? Una noche de chicas.

—No Alexia, tenemos que salir a conocer chicos, nos estamos volviendo viejas y pronto tendremos muchos gatos en nuestras casas. Yo quiero un hombre con quien casarme, tener hijos y estar hasta que alguno muera.

—Bien, ve y diviértete. Yo en cambio si iré a mi casa a esperar para poder tener gatos—bromeé.

—¿Qué te parece si mañana vamos de compras? A ver si conoces a algún chico en el centro comercial.