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Jimin había tenido que ir a revisar si había alguna otra salida en el lugar, dejando a Jungkook remojando su cara en el baño.

Para su mala suerte, no conocía el gran auditorio, pero justo se topó con uno de los guardias.

—Joven Park. ¿Se le ofrece algo?— Le había preguntado aquel alfa, mirándolo con curiosidad debido a que Jimin olía a café y a alfa en celo.

—Mi- el hijo del presidente tuvo un percance. Su celo se presentó antes. Necesito llevarlo al hotel porque su omega está ahí.— Mintió con lo último.— Y con la mayor discreción posible.— Añadió.

El señor asintió. —Diríjanse al garage que está en la salida de emergencia, justo todo derecho en este pasillo. Ahí los espero con el auto prendido para llevarlos a su hotel. —Dijo, tratando de ser útil.

—Muchas gracias.— Habló Jimin antes de volver hacia el alfa.

Jungkook estaba respirando lentamente para calmarse y poder salir sin llamar mucho la atención, tenía miedo de sus instintos. Su lobo se alertó cuando nuevamente percibió el aroma de Jimin, quien había entrado de nuevo en el baño.

—Vamos, hay una camioneta que nos llevará al hotel.

—¿Qué hay de mi auto?—Se preocupó.

—Le diré al guardia que te lo haga llegar.—Comentó, asiendo ademan de salir.

Jungkook lo siguió por detrás, y le fue imposible no fijarse en el trasero del alfa frente a él, ¿cómo era posible que estuviera tan bien formado? Jimin debía pasar un buen tiempo en el gym atendiendo esa parte especifica de su cuerpo.

No podía esperar a pasar sus palmas por ahí, mucho menos a satisfacer sus necesidades primitivas y enterrarse entre estos.

Dios, no sabía que le pasaba. Su lobo parecía haber elegido compañero de celo, y uno bastante peculiar.

Sintió la sangre fluir en su polla, por lo que se obligó a calmarse. No quería que el verdadero celo lo atacara antes de llegar a casa, sería algo totalmente catastrófico.

Finalmente llegaron a aquel garage donde habían furgonetas en las que varios funcionarios habían llegado, se suponía que esa salida era mucho más segura.

Ellos habían llegado por enfrente debido a que el objetivo del presidente era que fotografiaran a ambos, pero ahora la discreción era su mejor aliado.

Había un ambiente de incomodidad en aquel carro, pues a Jungkook no le estaba gustando oler a otro alfa, otro que no fuera Jimin, ya que en su celo consideraban a estos como una amenaza.

Y al guardia le desagradaba oler a un alfa en celo, justo como la naturaleza había dictado que sería.

Pero era curioso la manera en la que Jungkook quería más del aroma de Jimin, y a Jimin no le estaba asqueando el aroma a celo de otro alfa.

Jungkook posó una de sus manos en el muslo de Jimin, tratando de calmar sus ganas por tocar.

El rubio simplemente lo dejó, se sentía bien el tacto, no debía alarmarse.

Llegaron y por suerte el primer elevador estuvo vacío, así que pudieron subir rápidamente hasta la habitación del alfa, pues era la primera en el camino. Ahí lograron encerrarse al instante.

Jungkook lo primero que hizo fue sostener a Jimin cerca de su cuerpo, besándolos con necesidad después de haber estado dolorosamente duro en el viaje en auto, sin poder soportar no tocar al chico.

El rubio decidió que debía mandar muy lejos su cordura por lo menos el tiempo en que el alfa estuviera en celo, se permitiría disfrutar.

—Ahora sí. ¿Me darás tu hermoso culo? ¿Dejarás que te folle, Jimin-ah?—Susurró justo después del lóbulo de su oreja, sintiendo como era lamido justo ahí.

Alfa dominio || Kookmin OMEGAVERSE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora