Jimin creyó que se dirigían a un restaurante elegante para tener su cena de lujo. Sin embargo, las cosas se tornaron distintas cuando Jungkook se adentró en un condominio privado que lucía demasiado caro.
El alfa rubio decidió no hacer preguntas y relajarse a pesar de que su corazón latía con fuerza ante la idea de que esta noche volvería a sentir a su compañero de todas las formas. Su lobo se removió en su interior con emoción, llevando su mano a la marca que no había sido renovada hace bastante tiempo.
Pararon frente a un apartamento que estaba muy iluminado para la hora nocturna en que estaban.
Cuando Jungkook bajó del carro él lo acompañó. Cuando el peli negro le pidió su mano él se la cedió.
—Sé que quizás esperabas algo más...—Jungkook comenzó a hablar cuando se adentraron en el apartamento, oscuro en su interior.
Entonces las luces se encendieron y todo lo que los ojos de Jimin pudieron observar fue a un elegante comedor con bandejas y cubiertos, además de percibir un exquisito aroma.
—Renté este lugar por toda la noche. La comida está recién hecha.—Informó mientras pasaba su brazo por los hombros del alfa rubio, pegándose a él mientras lo guiaba hasta el comedor.
El lugar estaba bien ambientado, las luces cálidas con el tapiz rojo y beige de las paredes creaban una atmósfera única. Las velas aromáticas eran la cereza en el pastel.
Una vez ambos estuvieron sentados Jungkook destapó la bandeja que estaba al centro y las fosas nasales de Jimin se deleitaron con el olor a pasta, queso, y carne.
—Sé que amas esto, así que le pedí a un cocinero que lo preparara y apenas se fue.—Le dijo mientras le servía en su plato.
—Woah, esto... Te luciste, ni siquiera siento que yo merezca estás atenciones.— Lo último lo dijo añadiendo una risita nerviosa. Sus palabras no pasaron de ser percibidas.
Jungkook lo observó con el ceño fruncido frente a él mientras destapaba la botella de vino caro de reserva.
—No digas eso. — Su tono había sido tan frío que Jimin pudo sentir la brisa helar su sangre a pesar de la calidez del lugar.— Tú, Jimin, mereces el mundo entero y me jode no poder dártelo. Así que por favor, no hagas comentarios despectivos hacia ti.
El rubio simplemente evadió su mirada, comenzando a probar la pasta. Se sentía regañado.
—No pongas esa cara, amor. —Jungkook se puso de pie rodeando la mesa hasta llegar a posicionarse justo detrás de él.— Solo no me gusta que digas esas cosas cuando la realidad es otra.— Añadió, dándole un suave beso en la mejilla que hizo al rubio sonreír.
Jimin se volteó y dejó un beso igual de tierno en la mejilla del alfa.— Gracias, cariño. Todo esto me está encantando.
Jungkook sonrió antes de volver a su lugar y pasarle una copa con vino.
Se dispusieron a comer en una plática amena sobre sus preciados y pequeños cachorros, bromeando con cosas como que ya los extrañaban.
—Esto ha sido un manjar, totalmente delicioso.— Dijo Jimin cuando terminó de comer la pasta. Habían terminado la bandeja entre los dos, y más de la mitad del vino.
—¿Verdad? Que bueno que te gustó, amor.
El rubio se dejó caer en la silla y sobó su estomago sintiéndose lleno e hinchado. Entonces la inseguridad lo carcomió y de repente el pensamiento de que probablemente no debió comer demasiado lo invadió. Le daría pena que Jungkook lo viera así.
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Alfa dominio || Kookmin OMEGAVERSE.
FanfictionJungkook es el hijo del presidente del país, un alfa con una extraordinaria habilidad de tentarse a lo prohibido. Jimin es el hijo alfa de la mano derecha del presidente. En una vida llena de hipocresía nunca se sabe lo que se debe esperar. -OMEGAV...