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—Feliz cumpleaños.— Musitó el alfa rubio cuando el reloj de la habitación reflejó cuatro ceros.

Jungkook, quien tenía un brazo rodeando la cintura de Jimin, depositó un beso en la mejilla de este.— Gracias, hermoso.

El nivel de calma y plenitud que ambos estaban experimentando en esos momentos con la compañía del otro era simplemente demasiado.

Después de una segunda ronda que había culminado con Jimin mordiendo el hombro del peli negro, ambos se habían acurrucado una vez el nudo bajó, estando exhaustos de la actividad física, pero jamás cansados del otro.

—Me siento tan tranquilo que me da miedo.—Soltó Jimin.

—Te entiendo.— Murmuró contra su cuello.— Pero no debes tenerlo. Las cosas se van a solucionar, cuando menos lo creas estaremos lejos de todo mientras esperamos a que nuestro futuro hijo nazca.

El rubio miró un punto fijo entre la oscuridad de la habitación.— Quiero que sepas que aún no me permitiré ilusionarme.

—¿No quieres un hijo? Si es así no te obligaré a nada, Jimin. A mi me hace ilusión tenerlo contigo, pero no quisiera que te sientas obligado a-

—Basta, no dije eso. Un hijo no estaba en mis planes, ni siquiera sabía que podía quedar embarazado. Pero ahora que no hay vuelta atrás no es una idea terrible. Quiero decir, si hubiera sabido de mi condición definitivamente te hubiera hecho usar condón, pero no, y el hubiera no existe. Tengo los recursos para hacerme cargo de un hijo yo solo, pero no quiero eso, ¿entiendes?

Jungkook trató de mirarlo a través de la oscuridad, pudiendo percibir detalles de su rostro.—Creo que podría entenderlo mejor...

—Me refiero a que no soy capaz de criar un hijo por mi propia cuenta, no de forma moral. La idea de tener algo dentro de mi ya es un poco chocante, pero he estado viéndolo desde el pensamiento de "ya está, no se puede hacer nada". Jungkook, yo no quiero pasar por esto solo. T-tengo sentimientos por ti y eso hace que quiera emocionarme por esta criatura, el saber que tú también estás dispuesto a pasar por esto. Pero me aterra que cambies de opinión...

El alfa peli negro dejó caer su frente contra el mentón de Jimin, aspirando una vez más su olor, embriagándose de él.— Entiendo tu miedo, lo hago. Pero te juro que si tu sintieras esto que siento cada que te tengo cerca, cada que soy capaz de olerte a ti, al bebé. Jimin, yo supe que las cosas cambiaron entre nosotros, ya no eran solo sexo, pero tenía miedo de aceptarlo. Pero aquí estoy, dispuesto como nunca, no pienso fallarte a ti ni a nuestro hijo.

—Yo...¿tú también sentiste cosas desde antes?—Cuestionó Jimin.

—Lo hice.—Confirmó.

—De cierta manera eso me deja más tranquilo, pensé que todo se debía al bebé.

—Créeme que no. Ya te he dicho que cierta persona se supone que espera un hijo mío y yo no siento ni una pizca de emoción por ella. Estoy seguro que eres tú, Jimin. Mi lobo siempre se sintió alterado a tu al rededor, incluso antes de que me besaras en la piscina. Era extraño pero ahora lo entiendo. Se siente como si estuviéramos hechos el uno para el otro.

El rubio se permitió sumergirse en la burbuja de amor que le ofrecía Jungkook, girándose mientras buscaba acomodarse de lado para estar frente a frente.

Jimin acarició la mordida recién hecha en el hombro de Jungkook y de un rápido movimiento lo tumbó, dejándolo con la espalda en el colchón.

Jimin buscó quedar boca abajo con medio cuerpo sobre el del peli negro.

Y finalmente logró su cometido, besar y lamer la herida a su antojo, disfrutando del acto de intimidad más grande entre una pareja.

—A mi me quedó más bonita.— Mencionó.— La tuya parece más como que querías comerme.— Se burló.

Jungkook rió.— Te la hice mientras llegaba al orgasmo. La tuya fue mientras se bajaba el nudo, ya estabas más calmado.

Jimin se tocó su propio hombro, sintiendo como Jungkook rodeaba su cintura desnuda con uno de sus brazos.— Igual me gusta. No me la he visto pero se siente genial.

El peli negro acarició su espalda de manera inocente, a pesar de la evidente desnudez.— Yo si la he visto, se te ve de puta madre. Yo que tú la mostraba en la calle.

El alfa rubio se carcajeó, su cara hundiéndose en el cuello de su amante.—Quizás en un futuro pueda mostrarla.

Ambos siguieron tonteando un rato juntos, disfrutando del calor corporal de otro, hasta que decidieron ponerse ropa interior.

Jimin optó por, además,una camiseta para dormir, pues suponía que los amigos del pelo negro entrarían por la mañana a felicitarlo, y aunque a Jungkook no le importaba mostrar de más, a él sí.

Finalmente cayeron dormidos, y a Jimin se le hizo demasiado tierno como Jungkook no dejó su cuello ni siquiera cuando se adentró en lo más profundo de sus sueños. Parecía estar maravillado con su aroma y eso le daba una sensación reconfortante, algo cálido extendiéndose en su pecho.

Suspiró él mismo, oliéndose a si mismo mezclado con el aroma del otro alfa, y por supuesto, el toque dulce que delataba la presencia de su cachorro.

Su cachorro, Jimin no quería comenzar a llamarlo por lo que era, suyo, su futuro hijo. Sentía que eso era pasar la línea, comenzar a quererlo y sentirse emocionado por ello.

Aún así, quiso confiar en las palabras de Jungkook, era imposible no hacerlo cuando el chico sonaba tan decido al hablar de querer revelarse y vivir la vida por fin.

Quiso creer que incluso toda la condición podía ser señal del destino para por fin alejarse de todo el ambiente extraño y pesado que había entre sus familias.

Y con ese último pensamiento se dejó caer en los brazos de Morfeo, ¿o los de Jungkook?

•     •    •

Capitulo chiquito y bonito.

No había escrito porque estuve algo ocupada, mañana debo empezar a hacer la tarea que ignoré por dos semanas de vacaciones, pero igual trataré de actualizar porque ya quiero que vean como tomarán el rumbo las cosas.

Alfa dominio || Kookmin OMEGAVERSE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora