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Tanto Jimin como Jungkook eran muy predecibles. Y como era de esperarse no se hablaron toda la semana siguiente, ni la próxima a esa.

Jimin se encontraba sorprendido acerca de que el alfa peli negro no parecía querer dejar su mente, ahora se encontraba más mortificado por la presencia de Jungkook que por la situación de su mejor amigo, el que se supone que era la persona de la que estaba enamorado.

El rubio no podía ver a Jungkook a los ojos, no después de los ocasionales sueños eróticos que involucraban al alfa, los cuales hicieron su primera aparición aquel día que había tenido una erección ocasionada por la sesión de besos. Estaba enojado consigo mismo por haberse dejado llevar con una persona como Jeon Jungkook.

Ya ni siquiera era tanto el hecho de que este era un alfa, si no, que Jungkook parecía no hacerle frente a los problemas, solo huía y lo ignoraba.

Aunque no podía quejarse porque no era muy diferente a lo que él hacía.

Jungkook, por su parte, tampoco podía ver al alfa rubio a los ojos. Ambos se habían dejado llevar demasiado mal. Le avergonzaba el hecho de que se encontró malditamente duro por unos besos. Pero vaya besos.

Quería evitar a Jimin el mayor tiempo posible, queriendo convencerse que había sido un desliz de ambos dejándose llevar por el momento.

Incluso en ese transcurso de dos semanas le pidió a Jieun formalmente ser su novia.

Ahora mismo, estaban a dos días de hacer el viaje, y tenían una cena en la casa azul, como ya era costumbre.

Pero lo que Jimin no esperaba, es que Jungkook llegaría de la mano de Jieun, y anunciando que oficialmente era su novia.

El rubio casi se atragantaba con el agua que estaba tomando, pero se obligó a no mostrar reacción alguna.

—¡Eso es increíble! Jieun, estamos muy felices de que seas novia de mi hijo. Esperamos pronto el compromiso.— Había dicho el señor Jeon.

La omega se había mostrado encantada por el comentario, Jungkook solo había reído incómodamente. Jimin notó su reacción y se rió por lo bajo.

—¿Tu para cuando, Jimin?—Preguntó su propia madre, sorprendiéndolo.

—No es una prioridad en mi vida juntarme con la primera persona que se me cruce.— Contestó, sonando indiscutiblemente grosero.

Todos se callaron ante el comentario.

Jungkook lo miraba curiosamente, pues era evidente el mal humor del rubio.

—Pero pronto empiezan las campañas, el tener una familia siempre da puntos extra.— Esta vez fue el señor Jeon.

—Entiendo. Ustedes se postularon en sus cuarenta. Yo tengo veintitrés y no me gustaría apresurar las cosas.— Contestó con una falsa amabilidad.

—Pues mira a Jungkook, ya dio el primer paso que es tener una novia muy respetable. Deberías seguir el ejemplo.

Esas palabras eran molestas, pero dolían viniendo de su padre.

Dolían porque demostraban que él no estaba orgulloso en lo absoluto de su hijo, y que este desearía que se pareciera un poco a Jungkook,

Jimin apartó la mirada, de pronto ya no tenía hambre.

—Yo creo que lo que dice Jimin es genial. Vivir la vida sin ataduras.— Se arriesgo a decir.

Alfa dominio || Kookmin OMEGAVERSE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora