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Jimin estaba divagando en algún punto entre su conciencia y la perdida de esta.

Recordó como esos dolores fueron más fuertes cuando Eunwoo había llegado en su rescate. Podía sentir el movimiento en su barriga, pero esta vez era doloroso.

Iba gimoteando, incluso gritando, maldiciendo, y aún así el dolor no se iba. Ahora mismo le tenía mucho respeto a aquellos que habían dado a luz de manera natural.

El único problema es que él era un alfa y era demasiado complicado que su parto fuera natural, pues sería algo doloroso e incluso podía morir en el intento.

La angustia no lo dejaba, pues el sabía que aún faltaba poco más de un mes para que el tiempo de gestación estuviera completo. Decir que tenía miedo era poco, pues sabía que tanto él como los bebés no estaban en las mejores condiciones.

"Jimin Jungkook vendrá directo a la clínica, tranquilo"

Y aunque Eunwoo lo hacía con la intención de darle un poco de paz, nada funcionaba ahora mismo. Sus oídos sólo percibían murmuros sobre un sonido sordo que lo aturdía.

Incluso pensó que estaba muriendo, y solo pidió a la vida que sus cachorros estuvieran bien, sin pedir por si mismo.

Pudo sentir cuando fue cargado hacia el interior del hospital, y la desesperación lo invadió aún más cuando las punzadas se convirtieron en horribles calambres.

Se sintió ver en primera persona una escena de película, justo cuando llevaban a alguien sobre una camilla y las luces borrosas sumado a los murmuros distorsionados era todo lo que sus sentidos eran capaces de percibir.

¿Donde estaba Jungkook? Lo necesitaba ahora, quería verlo antes de rendirse ante el dolor.

Su cuerpo se sentía adormecido, no era consciente de sus extremidades, solo sentía el dolor en aumento.

Escuchó la voz del doctor Yeonjun y eso lo tranquilizo un poco, pasando su angustia de cien a noventa y nueve.

"Las sabanas, doctor"

Alguien había dicho.

"¡Está sangrando!

"Tranquilos, no lo pongan más mal de lo que está y sédenlo ahora"

¿A caso estaba sangrando?

Jimin quiso decir algo, quiso pedirle que por favor trajera a sus hijos sanos a este mundo. Quería a Jungkook; deseaba tantas cosas pero no tenía la fuerza para nada.

Y su último pensamiento antes de rendirse a la oscuridad fueron sus bebés junto al alfa del que estaba innegablemente enamorado, perdiéndose en la fantasía y deseando que al despertar ya no hubiera dolor, solo dos cachorritos en sus brazos junto a el aroma de café que emanaba su novio.

•      •       •

Mientras tanto, Jungkook había partido a toda velocidad al hospital, con las cosas de Jimin y los bebés en manos.

Estaba demasiado angustiado, pues acababa de hablar con Eunwoo y este le informó del mal estado en el que Jimin estaba. De pronto todo el miedo que trató de evadir estas semanas ahora lo invadía por completo.

Él no se imaginaba que haría si algo le pasaba a sus cachorros, pero de lo que estaba seguro era de que si algo malo sucedía con Jimin él simplemente no podría seguir.

Era algo inexplicable lo que tenían ambos, pero también era demasiado lindo, recíproco.

Cuando después de veinte eternos minutos pudo hacer un intento de estacionar el auto fue que corrió con sus manos llenas, corrió lo más rápido que pudo.

Alfa dominio || Kookmin OMEGAVERSE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora