Luchar o Morir

Capitulo 1: Un día "Normal"

Es Domingo y mi día libre, tengo una relación de amor-odio con los días Domingos ya que mi único día libre, pero lo que más me irrita es que sabia que al día siguiente seria lunes y tendría que ir a trabajar. Y en ese momento pensé ¿porque no me dan los sábados libres? es injusto y molesto, aunque una parte de mí también quería trabajar los días Domingos para evitar ver la cara de estúpido de Robert , por mí me quedaba todo el día en mi habitación sino fuera porque mi estómago empezó a gruñir, cuando vi que hora era no me sorprendí al ver que eran las 12:43 del mediodía ya que eso es algo a lo que estoy acostumbrada debido a mi insomnio, ya que me duermo tarde y me levanto tarde, así que decidí tragarme mi orgullo y bajar a la cocina.

En sofá más grande donde se encuentra sentado el patán de mi "Padrastro" que está revisando unos papeles, ya no espero la hora de tener dinero suficiente para alquilar un pequeño departamento para así no verle la cara a Robert.

En la cocina está sentada mi madre en unas de las pequeñas sillas de la isla con su laptop y sus lentes puestos a lado de la laptop había una taza de té. Mi madre solo me miro y me dijo.

- Kimberly, ¿sabes qué hora es? cuantas veces te he dicho que no te acuestes tarde leyendo esos libros locos que lees y escuchando música a todo volumen, a ese paso vas a quedar sorda.

- Mamá, no son libros locos, son personas que saben perfectamente como expr...- No pude terminar porque mi madre me grito de la nada histérica, como siempre

- ¡OTRA VEZ CON ESO YA TE HE DICHO QUE LEER ESAS COSAS NO TIENE SENTIDO PORQUE POR CULPA DE ESOS LIBROS ESTUPIDOS NO DUERMES BIEN, TE SALTAS LA HORAS DEL DESAÑUNO QUE ES LA COMIDA MAS IMPORTANTE DEL DIA!

- ¡AHORA RESULTA QUE TE PREOCUPAS POR MI, SI CUANDO TE DECIA QUE AQUEL SEÑOR DE ALLA ME ENCERRABA POR HORAS EN EL SOTANO Y TU NO ME CRE...!

Y por segunda vez fui interrumpida pero no por mi madre sino por la persona que más odio en el mundo.

- ¡OTRA VEZ CON LO MISMO, DEJA DE MENTIR!

- TU CALLATE ROBERT, SABES QUE ES VERDAD LO QUE DIGO

- ¡KIMBERLY DETENT...!

Salí de la casa dando un portazo, como era posible que mi madre le crea más en Robert que a mí.

Los vecinos me miran y se susurran cosas y se ríen. ¿A estos que les pasa? y fue ahí cuando me detuve abruptamente, Salí tan enojada de mi casa que se me olvido por completo que estoy en pijama. Siento mis mejillas arder y con mi dignidad por el suelo me devuelvo a mi casa.

Subo lo más rápido a mi habitación mi madre me grita varias cosas que no logro entender, por fin llego a mi habitación cierro la puerta con seguro y me dirijo lo más rápido que puedo a mi armario tome lo primero que vi, tomo mi bolso, 20 dólares, mi celular, mis llaves, mis audífonos y mi libros de frases de psicópatas.

Me miro en el espejo, no me sorprendió ver las enormes ojeras que están debajo de mis ojos y la verdad me importa muy poco. Solo me coloque un poco de protector solar, algo de polvo, brillo labial y Salí de mi casa como alma que lleva el diablo dejando a mi madre y a Robert con las palabras en la boca.

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En mis manos sostengo un café y a mi lado un sándwich de jamón, estoy en mi cafetería favorita y sentada en la mesa del fondo donde nadie puede verme solo Kelly la dueña del lugar una señora de 67 años de baja estatura y gordita, de su moño salen pequeñas canas rebeldes, su rostro ya tiene bastantes arrugas y sus ojos son de un azul eléctrico, aunque su apariencia muestra que ya paso sus mejores años sus ojos te dan esa chispa de energía acompañado con una enorme sonrisa que le derretiría el corazón a cualquiera

Ella es como mi consejera y es la única que sabe que tengo (además de insomnio y ansiedad), mis problemas de control de Ira y cuando sé que voy a perder el control vengo con ella porque ella es como la madre que nunca tuve y jamás tendré. Se me acerca con sus bellos ojos y su espectacular sonrisa.

- ¡Mi niña!, ¿cómo has estado? supongo que no del todo bien porque estás aquí

Ella se sienta a mi lado.

- Si, nana ya sabes lo mismo de siempre le dije de nuevo a mi madre lo que me hizo durante años Robert pero aun así ella no me cree y eso me...duele

- Mi niña, aquí lo importante es que pudiste controlar de nuevo tu Ira y si puedes con eso podrás con todo lo demás

- ¡No sabes cuánto quería romperle la c...!

Fui interrumpida por nana Kelly cuando me abrazo y eso me reconforto de una manera inexplicable es como si ella tuviera un poder para que mi Ira, Dolor y frustración se esfumaran como el humo.

- Kimberly -eso me tomo por sorpresa ya que ella siempre me dice "Mi Niña"- deberías,-dudo por un momento si decirme lo que me dijo- no se ir con alguien para que te ayude antes de que sea muy tarde.

- Estas diciendo que estoy...

- No, no te estoy diciendo que estés loca o algo así solo que me preocupas deberías ir a terapia y...

- Ya fui con un terapista- su cara de ternura paso a una de total sorpresa- y me dijo que él y ningún otro terapista podían ayudarme.

- Pero...

- Nana, no solo es el problema de control de Ira o la Ansiedad, lo que ahora me preocupa es mi Insomnio.

- ¿Por qué?

Suspire porque lo que tenía que decir no se lo había dicho a nadie.

- el insomnio no solo es falta de sueño ya cuando una persona no duerme durante 48 o 72 horas empieza a escuchar voces, ver cosas donde no las hay y también empieza a tener microsueños ¿sabes qué es eso?

Ella niega lentamente con la cabeza.

- Empiezas a soñar despierto y puede ser peligroso

- tu madre me ha contactado para tratar de hacerte entrar en razón, para que vayas con especialistas ya que tú confías más en mí y nosotras nos preocupamos sobre todo tu madre

- ¡Robert debe estar manipulándola, solo quiere separarme de ella!

- Kimberly, quizás necesitas alejarte o buscar un internado

- ¿Qué te dijeron?- Mi voz de la nada empezó a quebrarse como si en cualquier momento lloraría y eso a Kelly le sorprendió ya que nunca me ha visto llorar pero yo sabía que no lloraría.

Así que para evitar llorar empecé a reírme a carcajadas como si me fuera dicho el mejor chiste del año.

Eso a Kelly la desconcertó, me mira como si me tuviera miedo y tal vez era así, me tenía miedo.

Mucho de los clientes me miran desconcertados porque de hace un momento gritaba y luego rio a carcajadas.

Kelly intenta acercarse a mí pero se detuvo cuando poco a poco fui controlando mi risa para solo quedar una sonrisa.

- Sabes los demonios que tengo dentro de mí, y no te gustaría que salieran a la luz.

Me mira desconcertada como si no conociera a la persona que tiene frente a ella.

Saco 5 dólares, los dejo en la mesa y a grande pasos me voy del lugar.