El trayecto para llegar al salón de los juegos fue silencioso y algo incómodo, de vez en cuando lo miraba de reojo, pero el solo miraba al frente con una seguridad y confianza que no había visto en nadie más.
Nos detuvimos en una puerta color cobre con una chapa dorada que indicaba el dichoso "salón de juegos"
Coloque mi mano en el pomo, pero Scott fue más rápido colocando su mano para abrir la puerta haciendo que nuestras manos chocaran y enviando esa extraña sensación en mi cuerpo.
- Primero las damas- dijo abriéndome la puerta y estirando uno de sus brazos indicándome que entrara
- Tengo manos y yo misma puedo abrirme la puerta- dije entrando completamente al lugar.
- Qué carácter- respondió más para el que para mí, pero de igual manera lo escuche.
El sitio está algo lleno, adolescentes sentados en algunos de los muchos sofás riendo y hablando animadamente y otros sentados solos en una esquina escuchando música.
El salón es enorme, algo oscuro gracias a las cortinas de las ventanas y la única luz eran de luces de colores que le daban un ambiente animado y juvenil, hay varias mesas de pinball, máquinas de juegos y al final una máquina de sodas y bocadillos.
- ¿Hay que pagar para poder sacar una soda?- le pregunte a Scott.
- No, con tu tarjeta gris puedes obtener lo que quieras por cierto ¿ya te la dieron?
- Si tengo mi tarjeta pero, pensé que solo era para acceder a las computadoras de la biblioteca.
- Pues ya ves que no- se encogió de hombros y camino hasta la maquina saco su tarjeta y tecleo algo en la pequeña pantalla de la máquina.
- ¿soda de uva o de fresas?- me pregunta sin voltear a verme.
- De uva
Luego de terminar de escribir en la pequeña maquina paso su tarjeta gris en la pequeña ranura, de debajo de esta salió dos sodas una de uva y otra de fresa.
- Cortesía de la casa- me dijo con una sonrisa de medio lado
- Que caballeroso- dije con sarcasmo el solo se limitó a sonreír
Buenas tardes jóvenes, por favor diríjanse al comedor para cenar, muchas gracias
- ¿Qué hora es?- pregunta Scott.
- No tengo ni la más mínima idea- y era cierto porque mi celular no lo había tocado desde que llegue.
- Son las 6:55pm- yo me sobresalte pero Scott ni se inmuto, una voz ajena a la conversación apareció, me gire rápidamente para ver a Eric detrás de mí.
- ¡Dios!, casi me da un infarto- dije al borde de un colapso.
- Perdón no era mi intención asustarte- dijo acomodándose las gafas- me llamo Eric
- Kimberly- le dije sonriéndole y el devolviéndome la sonrisa.
La gente se empezó a ir del salón de juegos y supuse que era para ir al comedor.
- Bien, no sé ustedes pero yo me voy a comer, porque tengo un hambre de locos- dijo Scott empezando a caminar yo lo seguí y Eric me seguía a mí.
En el camino hacia el comedor descubrí que Eric es muy conversador y algo chistoso, me dejo algunos chistes que no dan casi risa pero de todos modos sonreía al ver lo tierno que se veía cuando se sonrojaba.
Cuando llegamos al comedor era muy similar a una cafetería, las mesas redondas para que un grupo de 12 personas se sentaran cómodamente para hablar y comer.
Tomamos una bandeja, Scott va delante de mí y Eric detrás de mí sin parar de hablar sobre comic y súper héroes yo solo me limito a escucharlo.
Cuando llego mi turno de pasar, vi a una mujer de piel canela algo gordita no muy alta, con un gran moño recogiendo su cabello negro con algunas canas dejándose ver, sus ojos de un color miel su nariz un poco chata y con una sonrisa que te decía un claro "que tengas una buena cena"
Con un cucharon me sirvió una generosa porción de macarrones con queso y me paso un vaso de jugo de naranja.
Vi que Scott está sentado en una mesa pequeña como para 6 personas, sin pensarlo dos veces fui donde él se encontraba y me senté en frente de el, él se sorprende pero luego sonríe. Luego de unos segundos se nos unió Eric.
- ¡Buen provecho!- dijo una voz algo chillona y que rápidamente reconocí.- ¡Hola! Kim veo que ya hiciste amigos ¿puedo sentarme?
- Si claro- le dijo Eric con amabilidad.
La rubia se sentó junto a Scott, la chica al parecer se había cambiado porque llevaba una falda de cuero blanco y un top negro que dejaba mucho a la imaginación.
- Mi nombre es Scarlet y ustedes chicos ¿cómo se llaman?- pregunto la rubia
- Eric y el pelinegro se llama Scott- Eric lo dijo con una gran sonrisa mirando fijamente a la rubia, había hablo por Scott que se ve que no tiene muchos ánimos de hablar con Scarlet.
- Y Scott, ¿te comieron la lengua o que?- dijo con sarcasmo y burla en su voz
- Cuando se come no se habla- respondió Scott
- Que humor- dijo la rubia en voz baja pero todos en la mesa la escuchamos.
- Esta cena será larga y algo incomoda- me susurro Eric.
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Luchar o Morir
Teen FictionMi vida era "Normal" lo mismo de siempre, hasta que una noche mis demonios internos salieron a la luz ahí fue donde todo se vino abajo. Me envían lejos a otro País, para ser más exactos a Canadá donde van a tratar mis "Problemas". Me esperaba cual...